Educación y Cultura Ciudadana

En el gobierno de Sergio Fajardo, lo que fue identificado y caratulado como pago de la “deuda social”, da origen a una serie de planes que apunta a la homogeneización de los niveles de educación y a la creación de nuevos edificios de fuerte carácter simbólico. Este plan es retomado por el gobierno siguiente, de Alonso Salazar.
Una nueva forma de arquitectura, inclusiva y abierta, que integra profundamente los reinos públicos y privados con el objetivo de acercar la comunidad a los espacios urbanos, es explorada y exhibida como parte de la topografía local.
La comprensión del paisaje existente como una presencia significativa y como una ventaja, en lugar de una restricción, da como resultado una nueva imagen para los edificios educacionales. En ellos, el proceso de aprendizaje está estrechamente conectado con la congregación, el juego, el espacio comunitario y la relación entre el lugar y su gente.