Avenida Carabobo
La avenida Carabobo es una de las más relevantes dentro de la traza urbana de Medellín; primero, porque fue una de las primeras conexiones viales de la ciudad y su función remitía a una típica “calle real”; segundo, porque aún constituye la conexión más directa entre el área central de Medellín y las comunas del norte y del sur, continuándose en las carreteras norte y sur, respectivamente.
El Sitio y el paisaje
En el presente, la conexión con el norte es la que tiene mayor importancia, debido a que este sector de la ciudad ha experimentado mayores transformaciones urbanas. El proyecto de renovación de esta avenida es una consecuencia de estas intervenciones y apunta a su integración con los diferentes focos culturales e institucionales, nuevos y existentes.
Carabobo se extiende en sentido norte-sur, paralela al río Medellín. A lo largo de su trazado se acumulan muchos de los edificios institucionales más importantes y bellos de la ciudad, construidos durante las primeras décadas del siglo XX. En los años setenta y ochenta, como consecuencia de la implementación de parte del Plan Piloto y el traslado de oficinas administrativas, esta avenida comenzó a sufrir un deterioro constante; la actividad comercial descontrolada que conquistó sus bordes y el crecimiento de las líneas de transporte público que congestionaban la zona a diario terminaron de degradar visual y funcionalmente esta vía.
Una de las primeras acciones que sirvieron de disparadores para el Plan Maestro de Carabobo fue la restauración y revalorización, en el año 2000, de algunos de aquellos edificios de carácter histórico. Entre éstos, el edificio de la antigua alcaldía fue refaccionado como Museo de Antioquia, y toda el área adyacente fue rediseñada como explanada de exhibición al aire libre, en donde se situaron las esculturas donadas por el artista Fernando Botero. Razón por la cual esta plaza toma su nombre.
La conexión entre el Museo de Antioquia, plaza Cisneros y La Alpujarra conforma el primer tramo de Carabobo, que ahora es completamente peatonal y se denomina al respecto (Paseo Peatonal); los tres segmentos que componen el total de su trazado dan nombre al Paseo Urbano Carabobo. Cada uno de estos segmentos responde a características urbanas particulares y posee una extensión diferente: el primero, comenzando de sur a norte, es de 887 metros; el segundo, de 1300 metros y el tercero, de 1350 metros.
Para la correcta implementación de este proyecto se realizaron diversos estudios previos, especialmente de transporte. El flujo del tránsito, las rutas y las frecuencias del transporte público fueron algunos de los temas más significativos. Varias de estas rutas fueron modificadas lentamente, al igual que las direcciones de algunas calles laterales; las zonas de carga y descarga se relegaron a vías secundarias y el tramo peatonal se rige por un rígido sistema horario.
La completa renovación del Paseo Peatonal debió ir acompañada de reuniones participativas con los comerciantes de la zona, generando un intenso interés y, al mismo tiempo, responsabilidad por parte de ellos. Durante el proceso, estos ciudadanos conformaron grupos de acción que aún continúan trabajando.
Arquitectura y escala humana
El nuevo Paseo Peatonal está constituido por un tramo central de 5,5 metros de ancho y dos tramos adyacentes a los lados, marcados con bolardos. Estos bordes son los que proveen acceso a los locales comerciales y están amueblados con las bancas y los elementos urbanos que conforman el Plan de Amoblamiento de la ciudad. En su último tramo, este segmento se abre hacia plaza Botero, integrándose hábilmente.
El segundo segmento corre a lo largo de una serie de edificios, públicos y privados, que son objeto de procesos de renovación aún no concluidos. En este tramo se conservan tres carriles vehiculares, demarcados con nuevas plantaciones de árboles de calle; sobre el borde se agrega una senda peatonal, amueblada, y una para bicicletas.
El tercero y último tramo, que tiene la mayor extensión, es el que conecta con el nuevo distrito norte. Acompañando la presencia de edificios innovadores y experimentales, de uso público y con fines culturales y recreativos, la avenida va tomando diferentes características y creando a su paso espacios peatonales que conectan niveles y áreas.
Al bordear el Parque de los Deseos, Carabobo posee carriles vehiculares y una ciclovía; luego de pasar bajo la estación del metro, elevada, la avenida conserva los tres carriles vehiculares pero incorpora, sobre el borde occidental, una senda peatonal que se conecta directamente con las terrazas de Explora, en tanto que en su extremo oriental se transforma en otra superficie peatonal de silueta irregular que se enlaza con el plano elevado del pabellón de entrada al jardín botánico.
En este sector, el pavimento incorpora dibujos y patrones en escala de grises que van modelando hojas y otras formas orgánicas, todo lo cual diferencia este diseño de cualquier otro en la ciudad.