Biblioteca Tomás Carrasquilla
El sitio en donde se inserta esta biblioteca, conocida localmente como La Quintana en referencia al nombre de la quebrada que corre en sentido este-oeste a lo largo del terreno, era un área desocupada que limita con cuatro barrios de escasos recursos.
Sitio y paisaje (reino público)
La razón por la que este espacio no se había construido es su gran pendiente natural; el crecimiento espontáneo de los asentamientos adyacentes se fue conformando en las áreas más planas y con menor riesgo de derrumbamiento por la fuerza del agua, en épocas de lluvia. Para la correcta implementación del edificio de la biblioteca, el proyecto incorporó unas explanadas urbanas que se extienden en el mismo sentido de la quebrada y van tomando sus bordes y los desniveles existentes con la calle y con el resto del área. Estas terrazas, conformadas por planos de césped y planos duros, provistas de mobiliario urbano, acompañan el perfil natural del terreno y atraviesan longitudinalmente el edificio de la biblioteca. Conformada por dos bloques paralelos entre sí y dispuestos en el mismo sentido que la quebrada y las terrazas, la biblioteca forma parte del paisaje, integrándose al entorno verde con una serie de espacios interconectados, abiertos y cerrados.
El espacio longitudinal creado entre los dos bloques de la biblioteca funciona como corredor verde de carácter ambiental, que utiliza y potencia la ventilación natural. El aire que sube desde el río es apropiado por este espacio linear y, adicionalmente, refrigerado por medio de un espejo de agua que bordea la biblioteca en el nivel más bajo del sitio; este acondicionamiento natural del aire se aprovecha para los diversos espacios que se desarrollan entre los bloques.
Con la incorporación de las terrazas urbanas, el proyecto conecta una calle superior y una inferior, que delimitan el lote de fuerte pendiente. Estas plataformas funcionan, además, como anfiteatro para las funciones públicas al aire libre, de diferente índole; cuando se proyectan películas, uno de los muros de la biblioteca hace de pantalla y, en el lado opuesto, por detrás de estos nuevos planos urbanos, la gente se congrega en las casitas existentes, cuyos techos y balcones sirven como palcos espontáneos.
Arquitectura (reino privado)
Los dos volúmenes que conforman la biblioteca se materializan como cajas de concreto, situadas en dos niveles diferentes. La cubierta del bloque inferior se transforma en una terraza de expansión para el bloque superior, y una gran estructura semitransparente cubre el total de los espacios. Esta estructura se construye con un plano horizontal, que funciona como cubierta, y un plano vertical, que se desdobla de aquél y cierra el costado norte del edificio, que se enfrenta a la quebrada; cuando se desarrolla como cubierta, esta estructura se conforma con un plano de vidrio templado apoyado en listones de madera, en tanto que cuando se extiende como cerramiento vertical conserva solamente las piezas de madera.
Las vistas que se despliegan a través de este panel, que se percibe como una única grilla, ayudan a incorporar visualmente el verde de la quebrada dentro del área de la biblioteca. Además de la función bioclimática, de protección solar y filtro de la circulación natural de aire, este elemento cumple el propósito de tamizar la luz de manera constante y en todos los espacios exteriores. Establecida como una presencia permanente, este juego de luces y sombra genera un ambiente especial en todo el complejo.
En el nivel que conecta con las terrazas urbanas se encuentran, en un mismo bloque, las oficinas administrativas y de atención a la comunidad y el acceso al auditorio cerrado. Desde aquí, un corte circular en la losa balconea al nivel de acceso a la biblioteca, a la que se llega por unas escaleras amplias.
La biblioteca es un gran espacio de doble altura sobre el que balconean los niveles de actividades específicas, de computación y de acción barrial. A lo largo del borde exterior de uno de los muros de concreto que definen este espacio aparece una rampa que lleva a una gran sala de exhibición, bajo nivel; desde aquí, se vuelve a acceder al nivel de recepción de la biblioteca, creando un circuito fluido y flexible de circulación.
La imagen constante y panorámica de la ciudad, la quebrada y su sistema de vegetación y las construcciones de ladrillo que rodean el edificio transforman el sitio en un mirador urbano imponente, además de producir una sensación de estrecha comunión entre los espacios naturales y los construidos, los públicos y los privados, y aquellos del ocio y la cultura.
Biografía Ricardo La Rotta
Estudia Arquitectura en la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Después de trabajar con Rogelio Salmona en el Taller de Diseño Urbano, IDU y en la firma Daniel Bermúdez y Cía. establece su propia firma en 2002. Actualmente dirige La Rotta Arquitectos, firma ubicada en Bogotá, y trabaja como profesor de Diseño Urbano y Arquitectónico en la Pontificia Universidad Javeriana y en la Universidad de los Andes, Bogotá. La mayoría de los proyectos desarrollados en la firma son resultado de primeros puestos en premios de concursos públicos, entre los cuales se destacan el edificio Centro Social Calle 94-Compensar, el parque-biblioteca Tomás Carrasquilla y la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. Ha sido seleccionado finalista en varios concursos públicos.