Colegio Débora Arango
El colegio Débora Arango se conoce localmente con el nombre de Altavista, en referencia a su localización. En Medellín, además de las dieciséis comunas que conforman el municipio, existen los llamados corregimientos de la ciudad, que constituyen áreas de carácter rural, desarrolladas en los márgenes del territorio urbano y que comienzan a constituirse como parte de éste. De los cinco corregimientos de la ciudad, el de Altavista está localizado hacia el sudoeste y dentro de sus límites se sitúa el colegio.
Sitio y paisaje (reino público)
El sitio se desarrolla en las laderas de un cerro con fuertes pendientes, que dividen el barrio en dos. Uno de los principales objetivos de la implementación de este colegio fue la reconexión de estos dos sectores mediante los elementos construidos y de los recorridos que salen y llegan. Para esto se moldearon tres terrazas o plataformas planas en donde se apoyan los edificios, y se generó una serie de senderos que, por detrás del colegio, sube por las laderas; complementando el diseño de estos circuitos, se incorporaron muros de contención, algunos de concreto y otros a modo de gaviones, que sostienen el talud natural y acompañan visualmente la presencia del nuevo conjunto edilicio.
El concepto de la reconexión se materializa también con la integración de los espacios comunitarios del colegio —atención barrial, comedor público, oficinas de administración— al centro administrativo de la comuna, localizado en un lote adyacente y que incluye la casa de gobierno comunal y un centro de salud. Entre este centro y el bloque de funciones comunitarias del colegio se desarrolla una explanada de conexión urbana que funciona como bisagra entre uno y otro. Desde esta plaza se accede directamente al comedor público, por una reja que, al abrirse completamente, deja integrados los dos espacios.
La comunicación espacial entre los diferentes planos horizontales se produce por medio de rampas y amplias escaleras; el paso de unos a otros genera un circuito peatonal que se conecta con los patios y los espacios verdes del colegio y establece vistas directas hacia la calle.
Arquitectura (reino privado)
Cada una de las terrazas o planos horizontales corresponde a un edificio o a edificios apareados. En el nivel más alto se sitúa el volumen de actividades comunitarias, en relación con la explanada del centro comunal; en el plano intermedio se ubican la biblioteca, con acceso independiente, y el primero de los edificios de aulas; y en el nivel más bajo se encuentra el segundo volumen de aulas.
Formalmente, cada uno estos dos volúmenes se configura con dos bloques independientes, de dos pisos cada uno, conectados entre sí por un puente metálico. En cada bloque se disponen cuatro aulas, dos en cada piso, y cada par está desfasado con respecto al otro. Esto se debe a que el nivel superior del bloque se encuentra desplazado con respecto al nivel inferior, generando un patio descubierto en el frente y uno semicubierto en la fachada que se enfrenta al cerro; de este modo, la ubicación del acceso a las aulas se opone en uno y otro nivel, planteando el pasillo de circulación interna por detrás en el nivel inferior y por delante en el superior, en coincidencia con el puente.
Los paneles de fachada con los que se cierran las aulas se construyen con piezas prefabricadas de concreto; respondiendo a dos siluetas diferentes, una trapezoidal y otra rectangular, estas piezas se colocan en distintas direcciones y mediante sus juntas se permite la entrada controlada de luz y aire. Los tonos terrosos y el uso de la piedra refieren a la tradición de la construcción local y dialogan con el paisaje rocoso del cerro; en contraste, las estructuras metálicas otorgan color al conjunto.
La biblioteca se posiciona a modo de elemento de transición entre los dos bloques apareados y su fachada principal se materializa como un gran plano de vidrio inclinado que permite amplias visuales hacia el paisaje de los cerros. Se accede a ésta por una rampa y en el interior se diferencia un nivel para usos digitales y otro para anaqueles, lectura y descanso.
Por detrás de los volúmenes de aulas, apoyados sobre el talud natural contenido por un muro de gavión, se ubican los sanitarios. Contiguamente, se inician los senderos que luego ascienden por las laderas del cerro y permiten la reconexión barrial.
Biografía de Juan Fernando Forero
Inicia estudios en la Facultad de Arquitectura, Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), 1975, y se gradúa como arquitecto urbanista en 1980. Realiza estudios de posgrado en la Rhode Island School, 1981-1982, año en el que inicia su ejercicio profesional en El Taller Machado & Silveti, en la ciudad de Boston. A su regreso al país imparte clases en el Taller de Arquitectura de la UPB, 1987-1996. Su obra es merecedora de numerosos premios en concursos, publicaciones y reconocimientos a nivel nacional e internacional. En la actualidad tiene a su cargo la dirección del Taller de Diseño de su oficina Juan Forero Arquitectos.