15.2.2013

Medellín y la Región del Valle de Aburrá

La ciudad de Medellín es parte de un sistema natural claramente definido dentro del departamento de Antioquia. El valle en el que se inserta es una estructura geográfica, topográfica e hidrográfica dentro de cuyos límites se han desarrollado otras ciudades desde los tiempos de su descubrimiento. De todas ellas, Medellín es la más extensa y la más importante en el ámbito político, económico y administrativo.

El valle de Aburrá tiene una superficie de 1.152 km2 a lo largo del que corre el río Medellín en sentido sur-norte, y en cuya parte central se encuentra la ciudad homónima. Aunque el municipio de Medellín provee un porcentaje considerable de los recursos del valle, su vida y su desarrollo han estado históricamente ligados a aquél, así como al resto de las ciudades y los nueve municipios que ellas conforman.

Cuando Medellín comenzó a ser el objeto de relevantes programas y planes de transformación urbana, y a medida que éstos fueron concretándose de manera cada vez más integral, surgió, paralelamente, la necesidad de una perspectiva y un accionar de escala regional. El relativo aislamiento geográfico del valle y la consecuente falta de conectividad y accesibilidad habían significado, durante la primera época de su desarrollo urbano, un obstáculo a sortear y una de las raíces del posterior declive económico de la región; con el intento de utilizar la estructura natural del valle como un elemento a favor del desarrollo urbano regional, se comienza a delinear el concepto de “sistema de ciudades”.

Aunque la mayor fuerza política y administrativa del valle corresponde a la ciudad de Medellín y se ha otorgado, en la última década, al desarrollo y a la transformación de ésta, es interesante hacer mención a los planes de desarrollo que, en los últimos cinco años, han buscado concretar este nuevo concepto de aproximación y gestión a nivel del territorio. La entidad administrativa mediante la que se van delineando, estableciendo y gestionando estos planes, con sus objetivos de planificación regional, es el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA). Conformada por los municipios de Medellín, Bello, Barbosa, Copacabana, La Estrella, Girardota, Itagüí, Caldas y Sabaneta, esta entidad atiende una población de más de 3,3 millones de habitantes; la población de Envigado, que constituye el décimo municipio, no se encuentra adscrita pero tiene una participación activa dentro del área.

El AMVA fue legalmente creada en 1980 y desde ese momento funciona como organismo regulador a escala regional; sin embargo, fue durante la primera década del siglo XXI, y esencialmente desde 2004, cuando comienza a reafianzarse como tal y a desarrollar estudios y planes enmarcados en la realidad de la región. La autoridad administrativa de esta entidad es la junta metropolitana, presidida por el alcalde de Medellín o alcalde metropolitano, y constituida por los alcaldes de los ocho municipios restantes, un representante del Consejo de Medellín y uno de los demás consejos, y el gobernador del departamento de Antioquia. En Colombia existen otras cinco áreas metropolitanas creadas por ordenanzas y algunas otras no configuradas institucionalmente; de todas éstas, el área metropolitana de Medellín es la que ejerce mayor autoridad de gestión en su área de influencia.

En 2004, el AMVA financió y coordinó el inicio del Taller de Ordenamiento Territorial, cuyo objetivo principal fue el estudio y el análisis de las dinámicas de cada uno de los municipios y las del conjunto para establecer ciertas normativas de desarrollo y aplicación de carácter territorial. Estas normativas fueron legalmente conformadas en septiembre de 2006 bajo el nombre de Directrices metropolitanas de ordenamiento territorial. Éstas apuntan al ordenamiento tanto de la estructura natural del valle, que incluye bordes naturales, ríos, reservas y parques lineares, como la estructura física, que abarca proyectos de movilidad, recreación, espacio público y uso de suelos. Con estos fines se realizaron concursos internacionales y locales, se trabajó en conjunto con el gobierno de Medellín y se siguen desarrollando mecanismos de gestión que realmente permitan la implementación de las directrices y sus programas como modelo de planificación para el valle de Aburrá.

Entre los planes y proyectos se destaca el Plan Integral para el Desarrollo Metropolitano – Metrópoli 2008-2020, que retoma algunas de las herramientas y potencia las enseñanzas incorporadas en el anterior Proyecto Metrópoli 2002-2020. Este plan apunta a la mejor articulación regional, promueve la medición sistemática cualitativa y cuantitativa de la situación del territorio y refuerza la idea de planificación e implementación integral de nuevos proyectos.
En cuanto a los proyectos urbano-arquitectónicos en etapa de concreción avanzada, el Centro Cívico de Antioquia-Plaza de la Libertad es el que mejor representa el esfuerzo y la tendencia hacia la formalización de símbolos y presencias de contundente carácter regional. Originado como una propuesta de la gobernación de Antioquia, la gestión para la construcción de este complejo urbano, con espacios públicos y privados, y servicios tanto institucionales como turísticos, fue llevada a cabo desde la subdirección del AMVA y en colaboración con IDEA. El proyecto, ganador de un concurso internacional, buscó consolidarse como ícono regional en el área central de Medellín.

Aunque la coordinación entre los planes propios del gobierno de la ciudad y los del AMVA aún no es absolutamente coordinada, debido a que el gobierno local se apoya en un intenso y detallado programa para la continuación de la renovación urbana y el cambio social que responde a problemas muy propios e instalados en la ciudad, con mecanismos y recursos propios, la complementariedad entre uno y otro apunta a ser cada vez mayor, especialmente por la preponderancia que tiene el rol del alcalde de Medellín dentro de la entidad regional.

Los lazos entre la ciudad y el área metropolitana son inevitable y necesariamente de naturaleza recíproca, y el caso de Medellín es, y debe continuar siendo, un ejemplo de proceso de transformación positiva mediante la aplicación de herramientas políticas y administrativas de acción.

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