5.4.2012
Concurso Parque «Flor de Amancaes» en Lima, 1er. Premio
Partimos de la convicción de que la ciudad y la ciudadanía se construyen desde los Espacios Públicos, que éstos deben no solo organizar la trama urbana sino trasformarse en lugares donde los ciudadanos se desarrollen y disfruten en igualdad. El Proyecto propuesto para el Parque Público Villa María del Triunfo persigue estos dos objetivos: construir ciudad desde la generación de un borde claro y construir sociedad desde la diversificación de espacios abiertos que permitan el desarrollo de todo tipo de actividades.
El análisis del entorno inmediato y la complejidad de la trama urbana revelan que, si bien el parque no posee la superficie de los grandes parques zonales, su dimensión supera la escala barrial. Esta escala, sumada a su buena accesiblidad a través de la articulación de la avenida 27 de Diciembre con la avenida Pachacútec y el Tren Eléctrico, convertirán a este parque en un gran polo de urbanidad, de desarrollo económico local, y de servicios para los distritos aledaños.
La ciudad se disuelve en el parque y el parque en la ciudad
Imaginamos un gran espacio abierto y continuo articulado por los edificios, que tomando las tensiones espaciales de la ciudad, las canalizan hacia el corazón del parque. Así, de manera centrífuga, el juego de los volúmenes construidos crea plazas urbanas perimetrales que, diluyéndose entre ellos alcanzan el gran parque central arbolado.
Los árboles son los anfitriones de nuestro parque, los pobladores los grandes invitados a disfrutar de los variados espacios de sombra y claridad que nos dejan.
Pero, ¿podemos crear un gran espacio verde en una zona árida?, La utilización de flora local y sistemas alternativos de generación de agua permitirán la creación del parque, pero no como una gran alfombra de césped ajena al lugar, sino como un gran parque de árboles nativos tapizado con cubre-suelos sobre suelo natural estabilizado y puntuales zonas ajardinadas.
Cinco grandes ficus dominan las plazas, y son a la vez, punto de partida y de culminación de los ejes arbolados que convergen en la laguna, corazón verde del parque. Éstos espacios urbanos llevan el nombre de los edificios que los presiden: el centro cultural genera la Plaza y el Paseo de la Cultura, pensados como expansión del mismo; la Plaza de los Deportes se prolonga en los polideportivos techados y abiertos siendo un gran espacio lúdico y cívico complementario de sus usos; la Plaza de los Niños se asocia a los dos colegios existentes y al nuevo programa de la ludoteca, transformándose en un espacio infantil equipado con módulos de juegos al aire libre; finalmente la Plazuela de las Flores organizada en torno al vivero, concluye la calle Pizarro y da continuidad a la calle Ayacucho en la avenida de los incas.
Tomando la dinámica comercial que existe en la calle Flora Tristán, proponemos el Paseo de las Ferias, donde podrán organizarse ferias transitorias de artesanos y productores locales.
Trabajamos la topografía buscando equilibrar sustracciones con rellenos para, reconociendo la depresión natural en el centro geométrico del predio, partir hacia el perímetro con la idea de hacer emerger, a través de las plazas, el parque en la ciudad.
Las baldosas de hormigón que forman las plazas se van disolviendo en el suelo blando conforme comienza el descenso hacia el centro del gran parque urbano.
Edificaciones
Buscamos generar edificios pensados desde su nuevo contexto paisajístico y urbano, que se abran a los diferentes espacios públicos, proyectando los usos previstos más allá del volumen construido. Las grandes celosías triangulares de sus frentes repiten en hormigón las soluciones tecnológicas de adobe de las culturas preincaicas originarias, permiten optimizar el ingreso de la luz sin tener que manejar grandes superficies vidriadas, al tiempo que garantizan una adecuada una ventilación cruzada.
En cuanto a la configuración funcional, los edificios presentan plantas claras y flexibles que permitirán una mayor adaptabilidad a los diversos usos que con seguridad irán surgiendo a lo largo de su vida útil.
Para su ejecución se propone el hormigón como sistema constructivo base, que exhibe su tectonicidad como lenguaje y permite garantizar el bajo costo, la fácil ejecución y la necesaria durabilidad frente al tiempo y el uso intensivo de los mismos.