27.3.2024
Plaza y Puesto de Turismo – EU Mies Award 2024
La aldea de Piódão, situada en una escarpa abrupta, forma un anfiteatro de casas de pizarra atravesado por calles empinadas y estrechas, también de pizarra.
El Largo Cónego Manuel Fernandes Nogueira, en la parte más baja, es el único espacio abierto, horizontal y desahogado y sirve como principal acceso a la aldea. Por esta plaza entran los residentes, muchos turistas durante todo el año, y las necesarias cargas y descargas para abastecer este lugar aislado en la Sierra de Açor. Por esta razón, a lo largo de los años, el espacio ha sido colonizado por coches, y utilizado como aparcamiento.
El principal objetivo del proyecto era devolver al largo el carácter de puerta de entrada a la aldea, peatonal y despejado. Con este fin, el proyecto propone dos acciones principales:
En primer lugar, una serie de cerezos autóctonos son plantados en la entrada, creando una barrera que impide el paso de coches y separa y protege la plaza de la carretera. Este filtro vegetal cambia la secuencia de llegada: tras el primer descubrimiento de la aldea, que se hace en coche, a lo lejos, donde se reconoce su implantación paisajística, los árboles retrasan el segundo nivel de comprensión del conjunto: la aparición de la fachada de la aldea, desde su base.
La segunda operación es la nueva pavimentación del espacio, ejecutada en pizarra al cincel, sin desniveles ni bordillos, para reforzar el nuevo carácter peatonal. La complejidad formal del espacio, que carece de direccionalidad, se resuelve con la introducción de un gran círculo central, en el eje de la iglesia, que circunscribe el busto y los árboles existentes. Los diferentes elementos que conforman la plaza: la fachada de la Iglesia Matriz y el basamento de piedra en que esta se asienta, la oficina de turismo y las pequeñas casas con restaurantes y cafeterías se disponen en torno a esta nueva centralidad suave.
El proyecto también abarca el edificio de la oficina de turismo, situado en el lado sur del Largo. La intervención, tanto en el interior como en el exterior, fue de limpieza y clarificación de lo existente, retirándose elementos y anexos. Una nueva sombra, construida en el sistema tradicional de estructura de madera y lajas de pizarra, protege las entradas al edificio y ayuda a mantener una imagen unitaria del conjunto.
La actitud del proyecto en relación con las necesidades del cliente y de los habitantes fue la de resolver, sin cobrar protagonismo. En este sentido, se mantuvo todo lo que se pudo, especialmente todos los árboles existentes, el busto o los faroles públicos, iguales a los existentes, rehabilitados y reubicados. El pavimento de la plaza se ejecutó con el mismo material de toda la aldea, la pizarra, en un sistema constructivo que los locales dominan. Los dos porches, de acceso a la Oficina de Turismo y a los Sanitarios Públicos, se ejecutaron con una delicada estructura de pilares metálicos, vigas de madera de castaño y cubierta de lajas de pizarra, al igual que todas las cubiertas de la aldea. Los nuevos árboles, que se colocaron en la entrada de la plaza, son cerezos autóctonos.
Todas estas opciones contribuyen a un resultado en el que parece que no se hizo nada, que siempre fue así, lo que probablemente es lo que los habitantes de Piódão deseaban, orgullosos de su aldea belén. Al ser así, se une a la sostenibilidad material, la sostenibilidad cultural, tan necesaria para la fijación de las gentes en el interior del país.