La Casa de los Cuadros

Adquirir una vivienda en la ciudad era demasiado costoso y las posibilidades se reducían a departamentos muy pequeños o que satisfacían de manera muy básica los requerimientos de Jacqueline y Geovanni, es por eso que deciden adquirir un terreno alejado de la ciudad e iniciar el proceso de su vivienda desde cero.

Encontraron en Malchinguí (un pequeño pueblo cercano a la ciudad de Quito) el lugar ideal para su futura casa, un terreno amplio, de 800m2, que en la ciudad hubiese sido muy costoso, pero en este pueblo, el precio se ajustaba perfectamente a su presupuesto.

Ellos buscaban una vivienda pequeña pero lo suficientemente cómoda para ambos, a los dos les emocionaba las posibilidades que les podía dar vivir alejados de la ciudad, es así que planteamos una vivienda muy acogedora, que con toques contemporáneos crea una remembranza de la tradicional casa rural. Muros de piedra, detalles en madera y por supuesto una clarísima relación con el espacio exterior.

Los muros de piedra son el soporte estructural de la vivienda, cuya continuidad se corta o perfora en los puntos exactos para poder enmarcar las preexistencias vegetales que pudimos encontrar en el terreno, además de algunos elementos exteriores que fueron creados en el proyecto y son dignos de ser observados.

“… yo quería poner un cuadro, pero con estos ventanales parece que no hará falta” Cada corte de los muros se transforma en un ventanal que enmarca un trozo de paisaje, gracias a ellos desde el interior se puede sentir la tranquilidad que brinda el entorno natural en el que la vivienda se implanta.