27.9.2011
Teatro Municipal en Almonte, España
El proyecto se sitúa en los terrenos de una antigua bodega localizada en el interior del municipio, con el reto de posicionarse en el solar integrando e incorporando las edificaciones protegidas del antiguo uso, declaradas Bien de Interés Cultural, y de formar parte de un complejo de tres edificaciones dedicadas a la cultura que comparten un espacio de relación público y común.
Con estos puntos de partida la propuesta genera dos volúmenes contundentes que se integran en el entorno pero al mismo tiempo se reconocen como un todo, como una unidad y se separan de las edificaciones medianeras con patios interiores. Uno de los volúmenes alberga la sala del teatro y el otro dispuesto lateralmente al primero y quebrado mediante un gesto escultórico. El vestíbulo articula con una doble altura la unión entre ambos.
Interiormente los espacios se crean generando llenos y vacíos a distinta escala a los que se les añade la luz natural, frontal o cenital, produciendo una jerarquización de los mismos y una cualificación de las distintas estancias y recorridos, concebidos como espacios multifuncionales que amplíen las posibilidades de uso del edificio.
Una oportunidad de trabajar sobre la luz, el material y el espacio. Y el camino elegido para trabajar sobre estos conceptos, el contraste. Entre exterior e interior, entre antiguo y nuevo, entre escala monumental y escala humana. Y el recorrido como el hilo que cose y explica la intervención.
Un gran espacio bajo la cafetería de grandes proporciones y altura controlada hace las funciones de gran umbral, desmaterializando el acceso al mismo, que deja de ser una simple carpintería para pasar a ser un espacio en sombra desde el que poder observar el espacio público protegido soporte del complejo cultural.
Un vestíbulo de escala monumental recibe al espectador mostrando la escala de un edificio público, enfatizado por el empleo del mismo material pétreo de fachada, bañado por la luz que deja entrar un lucernario que acompaña a la escalera de subida a la planta primera.
Un espacio alargado de dimensiones generosas recorre el frente de acceso a la sala en planta inferior bañado igualmente por la luz del hueco de fachada. La luz controlada en estos espacios permite su uso como espacios de exposición. Este espacio se repite en planta primera permitiendo en esta ocasión la entrada de luz completamente y por tanto, las vistas hacia el espacio público protegido donde se ubica la intervención. Igualmente, el volumen que cubre el acceso al edificio acoge la cafetería deja abierto completamente el frente que mira a este espacio, permitiendo el reconocimiento del espacio más inmediato a escala territorial.
Un edificio de material pétreo (GRC) en grandes piezas se presenta como el nuevo espacio escénico, en contraste con el material cerámico de pequeñas dimensiones (ladrillo) que componen las edificaciones anexas rehabilitadas.
La sala se configura como un espacio de acústica controlada por planos quebrados tanto en pared como en techo. Materiales cálidos como la madera maciza enfatizan la escala humana de suelo y paredes hasta una cota controlada, dejando el resto de la envolvente a materiales más fríos que resaltan la escala monumental.