1.10.2012
Sede Social de Caja Guadalajara, España
El edificio ocupa una posición tangencial respecto a la ciudad y forma parte del primer desarrollo urbano que surge al otro lado de la autovía A2 y que históricamente ha sido el límite del desarrollo urbanístico de la ciudad. Ahora, esta frontera se ha visto superada por crecimientos recientes –fun¬damentalmente terciarios y comerciales– que tras dar el salto sobre este importante viario interurbano han iniciado el proceso de colonización del borde externo de la autovía a lo largo del perímetro sureste.
El edificio, que pretende prestaciones tecnológicas de última generación y sostenibilidad medioambiental, se implanta dentro de la parcela en paralelo a la autovía, frente a otra torre de oficinas. Ambas se elevan sobre un zócalo unitario que comparten, y el espacio que las separa se aprovecha para crear una plaza común. Esta plataforma, orientada a mediodía, vincula la actividad cultural de la edificio con una variada dotación de locales comerciales y servicios complementarios ubicados en la misma cota y con acceso desde este ámbito.
La imagen estética del edificio se lee como la de una torre mil-hojas, formada por una cuadrícula de paños apaisados de vidrio, y que una sucesión aleatoria de brise-soleils horizontales protegen y resaltan. Consecuencia y resultado de la fugacidad de la mirada desde la autopista, se pretende que surja como un elemento sin escala y de carácter escultórico, definido tan sólo por las sombras que arrojan las lamas de aluminio, y donde las referencias, tanto de forjados como de elementos estructurales, desaparecen.