18.3.2015
Prince Alfred Park and Pool
Ubicado en un extremo de la parte central de Sydney, Prince Alfred Park no sólo es un parque para los trabajadores locales, sino también un parque de recreación.
La ambición del proyecto consistió en reactivar el parque de 7,5 hectáreas y modernizar la deteriorada piscina pública que se encuentra al aire libre. El principio rector fue privilegiar el paisaje sobre lo construido, con la convicción de que en estas áreas urbanas marginadas el espacio verde es sagrado.
Contexto
Originalmente diseñado para celebrar exposiciones grandes al estilo inglés, el nuevo parque juega con la ubicación episódica de los elementos del parque con una nueva sensibilidad espacial y ecológica, agregándole vida y un toque contemporáneo sin borrar sus raíces victorianas. Se removió la estructura de la vieja piscina del medio del parque, lo que permitió despejar visualmente el paisaje y revitalizarlo, así como ampliar su distintivo carácter campestre. Las nuevas instalaciones, como los campos de juego, los centros de deporte, las áreas de juegos y las mesas de picnic, se concentran al costado de las vías ferroviarias y le han dado vida al parque. Las entradas al parque ahora coinciden con las bocacalles que lo rodean y han sido remodeladas, marcando la diferencia entre lo nuevo y lo viejo. Ciertas vías conducen el agua de lluvia a los canales de drenaje herbosos, donde esta se acumula para ser usada en el área de juegos del parque.
La vegetación nueva que se ha plantado y los nuevos senderos se inspiran en el amor victoriano por lo exótico, mientras que la topografía ondulada cubierta de pradera desdibuja el perímetro del parque con una ecología urbana de pastizales. El recuerdo de las Exposiciones Inter-coloniales revive en algunos elementos del parque que conceptualizan los corrales y los animales del circo del Show de Agricultura. El área de juegos para niños en el parque es la interpretación más directa de estos elementos. Las mesas y las sillas de picnic, los centros de deporte y los canteros también adoptan esta disposición circular, mientras que las luces del camino se aglomeran, como bandadas de pájaros con coloridos cuellos largos para poblar el parque.
Investigación
La estructura de la nueva piscina fue diseñada como un «paisaje plegado» con un techo verde de hierbas nativas del prado. En un único movimiento, la construcción desaparece de la calle contigua y se adentra en el paisaje ondulado del parque. La alineación excéntrica de la construcción y las geometrías angulares de los terraplenes de césped se identifican con las geometrías triangulares del parque, los patrones locales de subdivisión y los perfiles locales de la construcción, creados por la incidencia de las vías ferroviarias que atravesaban la ciudad a mediados del siglo XIX. El conjunto de materiales sencillos –hormigón, madera, azulejos, plantas– dan un sentido de unidad a la piscina y al parque, lo que permite que todo el complejo se asiente con confianza dentro de este parque sin comprometer ni sobrecargar a este apreciado espacio abierto. Así, este parque, que no era lo suficientemente aprovechado, se ha convertido en un destino que puede disfrutarse todo el año.
Materia
La estructura exterior de hormigón de la vieja piscina se ha conservado en gran parte en el proceso de modernización de la piscina. La nueva planta de la piscina para un uso eficiente del agua fue un componente clave para la modernización de la piscina, a fin de cumplir con las normas vigentes y las ambiciosas aspiraciones de sustentabilidad de la ciudad de Sydney. La planta fue diseñada para albergar sistemas de trigeneración en el futuro que provean electricidad para todo el complejo, utilizando el calor generado para calentar la piscina. Así como en la zona norte hay un grupo de palmeras, en el extremo sur de la pradera, sobre el lugar donde está la maquinaria, hay un conjunto de seis «chimeneas» que tienen ventilaciones y conductos. Con la instalación completa del sistema de trigeneración, habrá un total de doce.
Están pintadas con una gama de verdes extraídos del color de las hojas de higuera y de otras plantas que se encuentran en el parque. Las chimeneas tienen diversos diámetros que van desde 0,8 m hasta 2,0 m, dependiendo de lo que alberguen y del tipo de estructura interna que necesiten. Una malla en la parte superior impide el ingreso de aves, hojas y otros residuos provenientes de daños en el equipo, que reduce el área libre para ventilación. Para mayor ventilación, pueden realizarse cortes en un ángulo de la parte superior. Desde este punto de vista pragmático, las características de la chimenea comienzan a aparecer: una absoluta obra de arte específica del lugar.
Sistema
Dos terraplenes del paisaje con una forma bien diferenciada definen el espacio de la estructura que alberga a la piscina exterior, que conecta al parque con la piscina y al mismo tiempo los separa. Espacios estratégicos entre los terraplenes permiten que entre ellos haya espacio para observar el paisaje. Estos incorporan de forma segura tierra de excavación contaminada como un elemento clave de la renovación. Los terraplenes brindan protección contra los vientos y crean áreas para tomar sol de manera discreta. El color se usa para acentuar la calidad topográfica del proyecto, quitándole importancia a la distinción tectónica entre la pared de la construcción, el vestíbulo de la piscina y las gradas. Rayas pintadas en la pared están en armonía con el pavimento de hormigón de dos tonos en color blanco y azul, para crear una continuidad visual.
El color persiste en el parque y resuena con las instalaciones de la piscina de 1958 y el recuerdo de un tono azul similar. Los elementos de la estructura que rodea la piscina –cerca, sombrillas, estructura parasol para los niños, banquitos de árbol, chimeneas– brindan un carácter alegre. Son «excentricidades» dentro del parque victoriano. El cerco de malla transparente es como una cinta efímera en el paisaje, que baila alrededor y por encima de los terraplenes y la construcción. Las sombrillas amarillas que pueden abrirse manualmente y que están desparramadas por el solárium de césped y por el área para sentarse brindan sombra «flexible». Un grupo de palmeras en la entrada crean un cómodo espacio de sombra, haciendo, metafóricamente, que el parque se entremezcle con la piscina. Una estructura independiente a la plataforma desde donde los niños se tiran a la piscina complementa la sombra que brindan las palmeras. Su forma circular nos remite al uso y a la ocupación del sitio en el pasado, con un énfasis evidente en los circos de caballos, vacas y cerdos que existían cuando el parque era un espacio de exposiciones.
Vínculos
La arquitectura es íntima y, a la vez, monumental, y está destinada tanto al nadador como a la ciudad. La instalación, que comprende el lugar de venta de entradas, los vestuarios, la maquinaria, las oficinas, los primeros auxilios, la cafetería y el kiosco, tiene 6m. de profundidad y 120m. de largo. Incorpora lo mejor en cuanto a prácticas de sustentabilidad. En el techo en voladizo, el alero, el cielorraso y la pared trasera se colocaron pequeños azulejos blancos que reflejan la luz y le dan a la construcción una hermosa consistencia líquida. Los grandes pozos de luz de forma cónica que sirven de claraboyas en los vestuarios son en sí mismos «habitaciones» y dejan ver el cielo. Las paredes de la estructura dentro de la cual se encuentra la piscina tienen un revestimiento de madera que está en armonía con los vestuarios portátiles de la época victoriana, y están animadas por una combinación alegre de terminaciones de superficie pintadas en colores claros y azules.
Esta obra fue presentada en Realizaciones de invitados internacionales dentro de la categoría Paisaje y Ciudad BIA-AR 2014