19.1.2009
Parque Mujeres Argentinas
Puerto Madero, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
1° Premio Arquitectura Paisajística BAQ -Bienal de Arquitectura de Quito- 2008
Buenos Aires está signada por una visión sobre el paisaje que pertenece al siglo pasado y se corresponde con las nociones de las escuelas inglesa y francesa.
Esta mirada, refiere a una ‘visión clásica’ sobre la ciudad, una ciudad comprendida y explicada en términos morfotipológicos, que representa en figura y fondo la relación entre espacios construidos y espacio público, en ésta ciudad el paisaje es lo que ha quedado afuera, es el sistema de soporte. Hacer una operación de paisaje en la ciudad, es desde esta lectura, recrear el mito de «la naturaleza perdida».
La ciudad es definitivamente un hecho artificial. Una operación de transformación producida por el hombre sobre la geografía. Una operación cultural.
Por lo tanto, las operaciones paisajísticas deben producirse siguiendo esta lógica conceptual, construyendo definitivamente una acción artificial, como tal deben entenderse y ejecutarse.
Pensar en recrear espacios naturales ideales, parece poco pertinente para la construcción de un cuerpo de pensamiento sobre el paisaje en los comienzos del tercer milenio.
ESTRUCTURA GENERAL – ESPACIO PUBLICO / RELACION RIO CIUDAD
Esta lectura general vinculada al problema de la definición del carácter del espacio publico de Puerto Madero sumaba el desafió de resolver definitivamente la relación, en este tramo, del área central de la ciudad con el río.
En este contexto el Parque Mujeres Argentinas junto con el Micaela Bastidas y la Plaza Forner, conforman una unidad de proyecto, de operación sobre vacíos, que junto a la operación de recuperación del área histórica pretende estructurar la nueva relación entre el borde natural y el construido.
ESTRUCTURA PARTICULAR
Las decisiones proyectuales de los parques son el resultado de una serie de reflexiones vinculadas a la lógica de construcción espacial de lo edificios, en estos casos operando sobre la manzana vacía con los mismos atributos e instrumentos; el parque entonces es, un parque construido.
La primera cualidad es la vocación por definir un sistema espacial, que no depende del material vegetal para constituirse. En segundo lugar, cada espacio está dotado de programas, que remiten a actividades específicas, y cuyo equipamiento las refiere y orienta.
La reflexión del parque es entonces lo opuesto a una operación tradicional que trabaja sobre la manipulación de árboles y arbustos, el paisaje construido es un hecho artificial, tan artificial como superponer ladrillos pero a partir de otras herramientas y materiales.
El parque Mujeres Argentinas, parque central de la ciudad, es un espacio único. Montado sobre el eje fundacional de la ciudad, se propone significar un lugar de carácter fuertemente simbólico, generando un espacio para eventos públicos masivos, acciones culturales de una escala que la ciudad no tiene donde contener, un estadio-teatro a cielo abierto de escala metropolitana. Un nuevo gran edificio.
OPERACIÓN TOPOGRAFICA
La decisión material más importante queda definida por una operación de movimiento de suelo. Originalmente el terreno contaba con un nivel promedio de + 3.00 m por sobre el de la acera; entonces, a partir de la definición métrica del espacio principal, se ubica el nivel de su «piso» en coincidencia con el nivel de vereda, conceptualmente + 0.00 m; el excedente de tierra, en operación compensatoria, es desplazado hacia sus bordes externos conformando un anfiteatro verde, aterrazado, con nivel + 3.00 m promedio. El límite formal de este espacio esta montado sobre un recorrido perimetral que es, a su vez, la terminación del sistema de contención de tierra estructurado por un trazado de muros de gaviones.
El proyecto se completa con un sistema de plazoletas públicas ubicadas en los bordes urbanos del terreno que arman la relación con el tejido más próximo y permites el acceso exterior al nivel superior del talud.