23.5.2014
El Hospital Paramétrico, en Puyo
El proyecto consistía en el diseño de un modelo de hospital que debía dar respuesta a las necesidades de eficiencia, austeridad, flexibilidad y, principalmente, de urgencia que percibíamos como necesarias en los países en vías de desarrollo en los que estábamos trabajando, y que estaban en condiciones de empezar a construir su red de infraestructuras sanitarias o simplemente reforzando la precaria red que ya existía.
Esta historia, la del hospital paramétrico, empezó como tantas otras por casualidad, como respuesta a dos preguntas que surgieron durante el desarrollo de un proyecto de investigación que estábamos realizando en el despacho en colaboración con una empresa española, Makiber, S.A. del grupo ACS, que creyó en la idea y la ha defendido con nosotros frente a las administraciones. Dos preguntas nos acompañaron en la génesis de aquella idea ¿Era posible diseñar, construir y equipar un hospital en lugar de en 3 años, como es habitual, en tan solo uno?, y en caso de ser posible ¿Era realmente necesario?
La segunda pregunta, no la contestamos nosotros, nos la contestó el análisis de la realidad sanitaria de algunos de los países que visitábamos. Tras varios viajes empezamos a conocer de primera mano las necesidades y urgencias de aquellos que gestionan la salud en esas sociedades, donde en la mayoría de ocasiones no se dispone de un centro hospitalario o de uno a una distancia razonable. Esta carencia implica que ciertas contingencias médicas de carácter leve se compliquen hasta el punto de llegar a producirse la muerte, al no poder recibir el enfermo asistencia médica especializada o simplemente asistencia médica a tiempo. Por tanto, la respuesta a la pregunta ¿Es necesario que un hospital se construya rápido? Nos parecía evidente. Una vez existen los recursos económicos para hacer el hospital, si conseguimos que esté construido, funcionando y prestando servicios sanitarios dos años antes de lo que sería habitual, habremos reducido, en esos dos años esa terrible realidad con la que se convive en algunos lugares.
Llegados a este punto y antes de poder responder a la primera pregunta surgieron nuevas incógnitas: ¿Cómo podemos construir 3 veces más rápido, pero con las características de un proyecto convencional, es decir con un diseño a medida para cada caso, y con edificaciones de calidad que perduren en el tiempo? ¿Cómo es posible diseñar rápido si el proyecto debe ser a medida del cliente y además, en la mayoría de ocasiones no se dispone de los condicionantes funcionales de partida?
En cierto modo la respuesta estaba implícita en la misma pregunta. Después de un largo proceso de prueba y error nos dimos cuenta que para diseñar hospitales a medida de las necesidades de cada cliente no era necesario generar tantos modelos como casuísticas pudieran aparecer, si no ser capaces de concebir un solo modelo basado en una combinación de reglas paramétricas que se adaptase a todas. Quizás la metáfora que mejor explica la estrategia es la comparación entre las llaves fijas y la llave inglesa, que se utilizan en la mecánica: El hospital paramétrico aspira a ser una herramienta como la llave inglesa capaz de adaptarse a cualquier métrica, en lugar de tener que utilizar una herramienta específica a medida para cada situación.
Se trató, por tanto, de definir una serie de reglas, de métricas y de estrategias que debían ser comunes a todos los equipamientos sanitarios para garantizar su correcto funcionamiento, fueran cuales fueran sus condicionantes particulares finales, es decir, se trata de definir aquellos parámetros que correctamente combinados nos garantizaran no sólo el correcto funcionamiento del edificio sino que además permitieran su personalización desde el inicio, así como la adaptación a futuros cambios.
Para definir, organizar y sobretodo jerarquizar los conceptos que se utilizan para diseñar el hospital Paramétrico se han tenido que tener en cuenta muchos condicionantes: Hemos tenido que seleccionar de manera estricta y rigurosa aquellos parámetros que son genéricos y que, por lo tanto, deben contemplarse en cualquier hospital sean cuales sean sus condicionantes particulares.
Se han parametrizado la organización y ubicación de los pasillos en función de su uso, la métrica de la trama y de las naves, la modulación de fachada, las estrategias para las futuras ampliaciones, los viales, ubicación y jerarquización de los accesos, la localización de las galerías de instalaciones, así como otras reglas que permiten el inicio de los primeros trabajos de la obra tan sólo con la definición por parte de la propiedad del plan funcional genérico, ya que gracias al modelo paramétrico se garantiza que todo aquello que detalla el plan funcional pormenorizado pueda encajarse bajo el diseño general que puede ya estar construyéndose, lo que permite solapar parte del diseño con la construcción.
El proceso de diseño del hospital paramétrico puede ser asimilable al juego del ajedrez. La idea es que tan solo con un tablero definido en base a una malla invariable, 6 piezas diferentes y una serie de reglas que definen de manera estricta las posibles combinaciones entre ellas, se genera la posibilidad de jugar infinitas partidas diferentes.
El hospital paramétrico, no es un sistema constructivo basado en la construcción modular, ni en un sistema prefabricado de módulos o elementos constructivos, sino un proceso intelectual basado en el análisis profundo de la métrica y los parámetros que definen los equipamientos sanitarios de gran complejidad como los hospitales y que nos permite solapar y optimizar con garantías todos los procesos haciéndolos más eficientes permitiendo así reducir mucho el tiempo del proceso de diseño, construcción, equipamiento y puesta en marcha de un hospital con todas las prestaciones y a medida del cliente.
La primera experiencia real llevada a cabo del hospital paramétrico se ha realizado en El Puyo, una pequeña población ecuatoriana a las puertas de la Amazonia, donde se daban todos los supuestos de partida en base a los cuales se desarrolló este concepto de hospital. El Puyo era una zona con un gran déficit de infraestructuras sanitarias pero que contaba con la voluntad por parte del gobierno de solucionar el problema con carácter de emergencia, y por tanto, existía la necesidad de encontrar una empresa capaz construir un hospital provincial de aproximadamente 14.000 m2 en un tiempo record.
Esa necesidad se convirtió en una oportunidad para poner en práctica todo aquello que habíamos desarrollado en el ámbito teórico junto a Makiber, y fue entonces cuando la oportunidad se convirtió en responsabilidad, la responsabilidad de diseñar, construir, equipar y poner en marcha aquel hospital en menos de un año, poniendo a prueba el modelo del hospital paramétrico.
Desde un punto de vista más técnico, el hospital del Puyo está compuesto por 21 pabellones decalados entre sí, con cubierta inclinada y cosidos por dos pasillos principales: uno técnico y otro público, que al atravesarlos de manera longitudinal especializa dichos pabellones en tres tipologías: aquellos que por sus condicionantes funcionales tan sólo necesitan acceso desde el pasillo público, los que lo necesitan sólo desde el técnico y los que necesitan el acceso desde ambos.
Esta organización en pabellones permite que todas las estancias del hospital, sin excepción, dispongan de iluminación y ventilación natural gracias a los patios que se intercalan entre las barras, lo que nos garantiza una gran eficiencia energética desde el punto de vista de la iluminación y la climatización, además de un gran confort para el usuario.
Confiamos la imagen final de la edificación a la contundencia geométrica de la estructura vinculada a los condicionantes funcionales que articulaban y particularizaban la malla de pabellones inicial, generándose así, un mar de cubiertas desiguales que protegían bajo ellas la actividad sanitaria. La edificación utiliza los testeros de los pabellones para configurar las fachadas principales sin más recursos formales que aquellos que venían condicionados por los requerimientos funcionales.
A día de hoy el hospital del Puyo es el primer ejemplo realizado y acabado con éxito de este modelo parametrizado de arquitectura hospitalaria, en el que se ha conseguido el objetivo de partida de ser diseñado, construido y puesto en marcha en menos de un año, con una superficie de 14.000 m2, en estos momentos se están construyendo dos más: uno en Guinea Ecuatorial y otro en Angola mientras se está en proceso de estudio de varios nuevos emplazamientos.