4.11.2010
Casa Varanda, en Rio de Janeiro
Una casa hecha para la nieta del arquitecto Sergio Bernardes y un artista plástico colombiano fue el desafío. Al principio querían que la casa se pareciese a la Casa Lota hecha por su abuelo en 1950, donde permanecen algunos materiales como el techo. La evolución del proyecto se ha dado con mucha interactividad.
La casa divide el terreno longitudinalmente en dos, el tragaluz (24m x 0.60m) es un rasgo que acentúa esa división. Esa implantación ha sido el principio del proyecto. El primer objetivo fue preservar todos los árboles centenarios.
La visión traspasa la casa, las fachadas son de vidrio. Las paredes paralelas no impiden esa mirada.
La sala está en el centro, las habitaciones en los extremos. En el centro la casa se abre a una amplia terraza (varanda). Todas las casas brasileñas tienen una terraza, en este caso también.
El techo, diseñado de 1,5 m más allá de la pared de vidrio, ofrece protección en la sala-terraza.
Lo que trae intimidad a ese vetanal es la inmersión en la naturaleza.
El rasgo de luz diseña al pasaje del día.
La estructura de perfiles de acero corten soldados y se levantó en 15 días. La ventaja del acero es que podemos darle las proporciones que deseamos al material, lo que cambia es la espesura de la lámina. La cobertura es de tejas de zinc-aluminio, sándwich, que han sido colocadas en un día.
La geografía de la región, debajo de la montaña y sujeta a inundaciones, fue lo que motivó la suspensión del piso en 80 cm.