20.2.2020
Casa Melania
El programa, organizado en una planta principal inferior y en otra superior, acoge, por un lado, un gran salón que alberga la sala-comedor y cocina, además de espacios como estudio, barbacoa, lavandería, garaje, dormitorios y baños.
Para dar respuesta al programa de esta casa, se ha optado por una volumetría compuesta por dos cuerpos implantados perpendicularmente, uno con respecto al otro, siendo el partido arquitectónico una solución armada formalmente con una contextura de cuerpos estéticamente homogéneos y separados, a la vez, por una circulación transluciente y diáfana que marca de manera enfática la bifurcación de la zona social y de descanso.
El afán de fragmentar la solución arquitectónica desde un punto de vista geométrico contemporáneo permitió determinar las potencialidades del sitio, donde la respuesta ortogonal fue la solución a la parcela de perímetro irregular y curvilíneo que acoge la casa. Con ello se logró establecer un protagonismo volumétrico autónomo cuyas líneas de diseño inician en el aspecto funcional, aunque el trazo y orientación se basa, en este caso en particular, en un aliado estratégico, el “Sol”. Siendo Catamayo una ciudad turísticamente conocida como “la ciudad del eterno Sol”, era de esperarse que se requiera contemplar la trayectoria solar como un condicionante ineludible, y afianzándose en los principios de la bioclimática, se orientaron los ventanales de la casa al sur y con mayor empeño al norte, y los muros etéreos al este y al oeste; de esta manera, se lograría mantener una temperatura confortable al interior de la casa de manera permanente.
El programa, organizado en una planta principal inferior y en otra superior, acoge, por un lado, un gran salón que alberga la sala-comedor y cocina, además de espacios como estudio, barbacoa, lavandería, garaje, dormitorios y baños; y, por otro, la habitación principal ubicada en la planta superior con acceso a una terraza de vista privilegiada y de estancia confortable, donde se puede observar la panorámica de la ciudad y el contexto propio de la casa.
La búsqueda de la sombra se logra con un portal que define la llegada y entrada a la casa, orientado al norte y con vistas a la piscina, remarca una franca zona que llama también al recorrido por la casa hasta llegar a la barbacoa, lugar desde el cual también de logra observar la piscina, la casa misma y el horizonte urbano envolvente. Este paisaje devuelve su mirada a la casa ya que su ubicación privilegiada permite que obtenga identidad propia en un entorno multiforme y colorido; y mucho más aun habiendo optado por colorear la forma de la casa con ladrillos de diversos matices que terminan definiendo una volumetría monocromática única.