4.5.2020
Casa Folha
Este proyecto buscó inspiración en las arquitecturas indígenas brasileñas, como resultado de climas cálidos y húmedos. El techo sirve como una hoja grande que protege todas las habitaciones de la casa del sol, así como los espacios libres entre ellas.
Estos espacios libres representan la esencia del proyecto y, por supuesto, son los espacios más interesantes y más utilizados por las personas que frecuentan la casa. La mayoría de las veces, tienen un techo muy alto y permiten que el viento dominante del sudeste venga directamente del mar hacia y a través de la casa, proporcionando enfriamiento pasivo a todas las áreas.
La Ecoeficiencia de baja tecnología, es el concepto de este diseño arquitectónico. Entendemos la casa de playa como un medio para mejorar y hacer más placentera la interacción humana con la naturaleza. Hay mucha transparencia e integración entre el interior y el exterior, casi una fusión entre ellos. En este sentido, es interesante resaltar el paso del paisajismo (Marita Adania) a través de la planta baja de la casa, tanto por el uso de la vegetación como por la piscina que, al cruzar la casa, se convierte en un espejo de agua en la terraza trasera. El personal de la oficina llama a este espacio «salón brasileño» por la adopción de hamacas para el área de descanso del sauna, enterrado en la tierra que comienza a elevarse desde este balcón.
Toda la estructura del techo estaba hecha de madera de eucalipto laminada, que, debido a su proceso de fabricación, logra superar grandes alturas (25 metros es la más grande de la casa) con facilidad y refinamiento estético. El techo, debido a su compleja geometría, está hecho de pequeñas piezas de madera (pino). El eucalipto y el pinus son especies plantadas para la reforestación y utilizadas como materia prima considerada renovable, debido a la velocidad con la que alcanzan el momento ideal para la cosecha. Las aguas convergen en un pilar metálico central (acero corten) y se recogen para su posterior reutilización.
Todas las superficies de acabado de la casa, excepto el vidrio y el cobre patinado, son naturales: óxido de pizarra en tiras, madera natural, madera travesaño de poste en la planta baja, y tejidos de bambú.
El uso de estos materiales naturales, vidrio y cobre patinado, que adquiere un tono verdoso y tiene una vida muy larga, y la estética orgánica rica en detalles como diferentes ritmos y texturas, provocó un hecho interesante: la sensación de que la casa pareciera estar allí para siempre, en gran armonía con la naturaleza exuberante de Angra.
Interiores
Los muebles utilizados fueron diseñados y producidos casi en su totalidad por diseñadores brasileños. El mobiliario de las suites fue diseñado por los arquitectos (Ivo y Rafael), Juliana Llussá, Pedro Useche y las cortinas de Ana Claudia Moreno. En las áreas sociales tenemos muebles de Carlos Motta, Tora Brasil y Etel.