6.12.2006
Casa de meditación
A través de un discreto manejo de los materiales y la iluminación, la casa promueve un clima de introspección y paz visual. El lugar se desarrolló en un contexto residencial y se buscó aislarlo completamente del exterior, creando un patio de luz interior. El lugar está enteramente forrado de granito gris flameado y madera de cumarú.
El lugar comienza por recibir al visitante con un acceso en forma de túnel triangular de dos metros de ancho por nueve de alto, creando un espacio solemne y monástico, la oscuridad se rompe al desembocar en el gran salón iluminado por la luz norte del patio, el que presenta una drácena marginata de gran altura y una escultura del maestro Saúl Kaminer, como única pieza de arte en el lugar.