Casa BUS

La Sierra de Madrid para los que no viven en la capital española, es muy popular entre los madrileños gracias a su gran valor paisajístico y natural. En invierno sus cumbres todavía se cubren de nieve. En verano se pueden disfrutar de un buen puñado de grados menos que los que sufre el horno urbano, pudiéndose incluso dormir bien por las noches. Hay fauna variada, ríos y pozas limpias en las que se permite el baño, veredas y rutas muy agradables. La sierra de Madrid es la puerta de escape más recurrente para poder respirar aire puro para todos los madrileños, sobre todo porque está muy cerca de la ciudad, en 45 minutos en coche puedes estar en plena naturaleza, además, en medio de una naturaleza de calidad.

Se explica entonces porqué es muy común la existencia de múltiples segundas residencias salpicando todos los pueblos más o menos pequeños a lo largo de un radio de hasta hora y media de distancia en coche a Madrid. Tanto en época de vacaciones como cada fin de semana a los madrileños, muchos de ellos con orígenes rurales una o dos generaciones más arriba, les encanta sentirse “de pueblo” de vez en cuando. Volver a vivir aunque sea por unos días o semanas con pausa, con calidad de vida, sin tráfico, sin ruido.

Los terrenos por aquí suelen estar siempre inclinados, sobre todo cuando nos encontramos ya a una altitud considerable de la sierra, así que la Casa BUS tiene que adaptarse a esas pendientes formando un aterrazamiento con su agradable patio trasero más alto que la propia calle de entrada.

Casa BUS es una casa de pueblo, una casa en la Sierra de Madrid planteada de inicio como lugar de recreo y descanso para una familia urbanita. Una vuelta a los orígenes, una vuelta a la vida en el pueblo.

Es importante el subrayar las palabras “planteada de inicio”: cuando se concibió el proyecto el mundo disfrutaba del contexto pre covid-19, y se terminó la obra pocos meses antes de que estallase la pandemia.

Repentinamente la “segunda residencia” se ha convertido en una excelente opción para la familia que la habita como residencia habitual. La profundidad de los cambios sociales, económicos, sanitarios y urbanos que vendrán tras el final de la pandemia de la covid-19 son a día de hoy (septiembre de 2020) una incógnita, pero todo apunta a que las viviendas en entornos rurales próximos a ciudades se están convirtiendo ya en una opción de vida muy atractiva para muchos.

Se trata de casas amplias y baratas (en la ciudad jamás se podría construir por el mismo precio en un terreno tan grande), con todas las comodidades de la vida moderna, perfectamente conectadas, construidas cumpliendo estándares de eficiencia contemporáneos, en lugares más sanos, más espaciosos, con mayor calidad de vida,… Y próximas a grandes urbes. Se puede tele-trabajar durante la mayor parte del tiempo y acudir a la ciudad una o dos veces por semana si se quiere asistir en persona a alguna gestión o disfrutar de la oferta cultural de la urbe.

OOIIO Arquitectura lleva años haciendo casas modernas en entornos rurales, en absoluto porque viésemos venir una pandemia así, sino porque siempre nos interesaron esos contextos para trabajar, y unos encargos llamaban a otros. Ahora mismo por suerte contamos con una amplia experiencia en obras de este tipo.

La Casa BUS se ha convertido para nosotros en una obra que va a marcar un punto de inflexión dentro del estudio. Una casa en la sierra de Madrid, pensada como segunda residencia, que goza de todas las ventajas que sueñan ahora los que antes sólo miraban a los pueblos como sitios pintorescos donde ir a comer un domingo.