Bombo Italian Kitchen & Bar en el Centro de Convenciones de Seattle

El nuevo restaurante, ubicado en el corredor principal del centro de convenciones, la Zona de Mezclas, se define tanto por su riqueza culinaria como por su maestría arquitectónica. Con grandes puertas plegables de abeto Douglas que se abren directamente a la plaza de la calle 9 del centro de convenciones, este restaurante de 385 metros cuadrados combina la cocina tradicional italiana con ingredientes de temporada del noroeste del Pacífico. Su ubicación en la esquina abre sus puertas al Teatro Paramount y a toda la actividad del centro de Seattle.

Al entrar al restaurante desde la plaza, los comensales pueden echar un vistazo al Bombo Bar Lounge, medio piso más abajo. Al adentrarse, el restaurante presenta un ambiente sofisticado que prioriza los materiales naturales de alta calidad, creando una sensación de confort y sosiego. Inmediatamente, la calidez del horno de pizza Woodstone, realzado por baldosas de terracota artesanales de San Miguel de Allende, México, se entremezcla con azulejos blancos rústicos tipo metro y rodeado de acero ennegrecido. El característico formato de cocina abierta de Stowell se conecta con el público mediante encimeras de arce y estantes de roble a la vista, que albergan desde pilas de platos blancos hasta cubiertos y cajas de pizza. A lo largo del exterior, desde el vestíbulo de la entrada principal hasta la Zona de Conversación, se encuentra una repisa de barra de madera y acero a medida de 6,7 metros de largo, que ofrece a los asistentes a la convención un lugar para trabajar o pasar el rato con pizza y bebida en mano, mientras observan el flujo de personas que entran y salen del centro de convenciones.

A la vuelta de la esquina se encuentran encimeras de metal curvado donde se realiza el emplatado y el servicio final, y más allá se encuentra la oscura, suntuosa y acogedora barra del restaurante revestida de madera. Los frentes de la barra de madera ebonizada se complementan con azulejos de terracota hechos a mano, estantes suspendidos de roble blanco natural y encimeras de hormigón a medida. Varios de los azulejos lucen huellas de patas de gato de cuando se secaban bajo el cálido sol mexicano. Las encimeras están hechas con un colorido agregado de piedra para añadir textura e interés visual a la larga barra. Tres grandes puertas plegables abren completamente la esquina del bar hacia la Zona de Conversación, difuminando la distinción entre el restaurante y el centro de convenciones, reforzando así la amplitud y la calidez del diseño.

En la planta baja, sobre la calle 9, se encuentra la entrada a The Bar at Bombo. El bar de 198 metros cuadrados se divide en dos partes: salón y bar. El salón ocupa la primera mitad y, al entrar, nos recibe una banqueta de cuero sinuoso con respaldo alto y capitoné, con mesas y sillas móviles que ofrecen la máxima flexibilidad y una sensación de estar en casa. Esta zona es ideal para que los invitados al centro de convenciones se reúnan después de un evento o para que quienes viajen solos se relajen. Las exclusivas baldosas del suelo definen visualmente la experiencia desde el bar.

Para realzar el techo de 8 metros de altura sobre el salón y crear un punto de referencia visual desde el otro lado de la calle y la plaza, se contrató a un fabricante de iluminación local para crear una lámpara de estilo «smudge pot» personalizada y exclusiva para el espacio. La lámpara se inspiró en los icónicos recipientes oxidados para el humo que se pueden ver en los viñedos de Francia e Italia, y que se encienden en las noches frías para evitar que las uvas se congelen. Entre el salón y el bar, una pared de vidrio canalizado sinterizado y columnas de cedro macizo crea una profundidad visual entre el bar y el restaurante a medida que los camareros se mueven entre ambos espacios.

Sobre la barra, flotan paneles de madera laminada que realzan la sensación de intimidad y aseguran que el centro de atención se centre en los estantes de acero personalizados, el cristal ahumado y las botellas de licor espumoso. La barra está revestida con piedra caliza gris estriada giratoria que, al igual que las huellas de patas en las baldosas de terracota del piso superior, aún conserva las marcas de conchas y bivalvos del fondo marino. La calidad táctil de la barra se ve realzada por el uso de nogal macizo que invita al contacto humano. Cuando hace buen tiempo, dos amplios ventanales de puertas plegables de abeto Douglas abren el bar a la calle 9, ofreciendo una experiencia interior-exterior sin interrupciones.

Leé la nota original en inglés > https://arqa.com/arquitectura/bombo-italian-kitchen-bar-at-seattle-convention-center.html