Bogen: el bistró de las flores

El pasado mercantil de Bolzano resuena a través de las arcadas de Via Portici, el eje principal de la ciudad, que ha sido un centro comercial para comerciantes de habla italiana y alemana desde el siglo XIII. En sus almacenes se almacenaban las mercancías que luego llegarían a toda Europa. Al igual que Via Portici, también la calle paralela norte, Via Dr. Streiter, ha conservado gran parte de su aspecto original: hoy en día, todavía pasa a través de tres arcos de piedra medievales. Fue mencionado por primera vez en un documento de 1498 y se superpone al antiguo foso norte del primer núcleo urbano. Aproximadamente a la mitad de la calle hay una casa que es difícil pasar por alto: con solo dos pisos, es una de las más bajas del vecindario. Una escalera exterior con un corredor abierto y portales de arco de medio punto brindan acceso al lado este del edificio, rompiendo el frente compacto de la calle. Esta casa ha sido el escenario del último proyecto de interiorismo de noa*.

«La casa tiene un pasado fascinante que se remonta a siglos atrás y rebosa vida y variedad», explica Stefan Rier, fundador de noa* y arquitecto principal del proyecto. “Ha estado en manos de la Orden Teutónica, un orfebre llamado Hanns en el siglo XV, el secretario municipal Ennthofer en el siglo XVI, y una larga estirpe de familias a partir de entonces. Con nuestra intervención queríamos que la historia mercantil de Bolzano saliera a la luz. de estas paredes».

El proyecto comprendía el espacio de la planta baja donde en el siglo XIX trabajaban zapateros, carpinteros, carreteros, comerciantes de madera y frutas, y donde más tarde se instalaría el primer restaurante de la calle. Aunque el edificio conservaba su encantadora arquitectura original, se había deteriorado con el tiempo. La familia Mayr, actuales propietarios del edificio, confió en noa* la restauración y el interiorismo de un nuevo destino: el bistró Bogen.

HERENCIA HISTÓRICA

La fuerte relación con la historia fue crucial en la definición del proyecto: tanto porque la casa está bajo protección monumental como porque el equipo de diseño quería enfatizar al máximo la arquitectura original de los arcos, a los que el propio bistró rinde homenaje con el nombre «Bogen», alemán para «arco». En la fachada exterior, la intervención consistió en un esmerado revoque en blanco humo y una ampliación del arco de entrada. Aquí, una nueva ventana tripartita de metal negro sigue el arco rebajado y permite una buena iluminación natural al tiempo que proporciona un diseño esencial y atemporal.

«Durante nuestra investigación en la antigua Via dei Carretai, encontramos una pintura de Richard Wolff que representa la vida a finales de los siglos XVIII y XIX. En el primer plano de esta fascinante instantánea, nos sorprendió ver el arco de entrada a lo que es ahora Bistro Bogen», dice Stefan Rier.

Para el interior, la idea de fondo era enfatizar los cuatro arcos, que a ambos lados marcan rítmicamente los casi 19 metros de profundidad de la sala. Para ello, noa* trabajó tanto en la dimensión horizontal como en la vertical. En el primer caso, el desnivel interior existente se resolvió con una tarima de roble en la entrada, mientras que para el suelo se optó por un solado pulido gris-beige. De esta forma, no hay un fuerte contraste cromático con las paredes, y la armonía de los tonos realza todo el espacio. Por otro lado, noa* ha diseñado la iluminación para que los focos acentúen suavemente las curvas de los arcos. A excepción de las dos mesas al final de la sala, no hay lámparas colgantes; las lámparas de pie proporcionan iluminación adicional.

AMBIENTE BOHEMIO

Durante las primeras reuniones entre los clientes y los diseñadores de interiores, que se centraron en el ambiente del bistró, surgió el deseo de los clientes de tener un ambiente romántico y de estilo bohemio. Además, la dueña de la casa, Roswitha Mayr, quiso darle un toque personal al espacio con su talento artesanal y artístico en forma de composiciones florales. noa * retomó estas ideas y estructuró el diseño en torno a un elemento central: un acogedor mostrador de 7 metros de largo colocado bajo un techo de cestas de flores.

«La bóveda de flores se convirtió de inmediato en el punto culminante del diseño de interiores. Las canastas volteadas llenas de flores secas son una imagen sugerente que simboliza la fugacidad pero al mismo tiempo la belleza de la vida», explica Silvia Marzani, diseñadora de interiores de noa*.

La mesa larga como solución de convivencia e informal en ambientes gastronómicos es un motivo recurrente para noa*; en este caso, el mostrador también es una encimera en el lado derecho, sin taburetes y que alberga compartimentos técnicos. Otros detalles interesantes hacen que este mueble sea único: las seis patas son una diferente de la otra y sugieren una mesa improvisada que una familia podría haber hecho para sí misma. Un espejo cubre la base central y la hace desaparecer en la estancia. La parte superior es una losa de piedra Nacarado, elegida por su marcado veteado y color cálido. Sobre la mesa, la creación personal de Roswitha es la gran composición floral que parece brotar del techo. Las lámparas colgantes de mimbre, que también recuerdan el motivo de la cesta, encuentran su lugar entre las flores.

RINCONES ACOGEDORES

El espacio compartido del gran mostrador contrasta con la intimidad de las mesitas del lado izquierdo del bistró, resguardadas por los arcos y con vistas al callejón. La sensación de privacidad se acentúa aún más en el primer par de arcos, con asientos integrados en los huecos y paredes cubiertas de tela con un elegante estampado floral. El nicho que cierra la habitación también está diseñado de la misma manera. En un diálogo constante entre pasado y presente, noa* opta por alternar nuevos asientos en madera y tela con sillas vintage recién lacadas.

Hay dos zonas de servicio: la cocina, totalmente reformada y situada al final de la estancia, y los aseos. Estos han sido alojados en una caja, revestida con paneles de metal perforado, en los que se ha impreso el mismo motivo floral de los arcos. De esta manera, noa* combina los requisitos técnicos de la acústica con la estética del lugar: los paneles de aislamiento no son visibles debajo de la superficie de metal perforado.
“Cuidamos cada detalle en este proyecto y logramos crear un diseño consistente con un fuerte carácter contemporáneo dentro de una estructura centenaria. Un paso hacia el presente y el pasado de Bolzano al mismo tiempo”, resume Silvia Marzani.

Bogen es un laureado mundial @ Prix Versailles 2022

«La elección de los laureados de este año está en línea con los principios de sostenibilidad inteligente, teniendo en cuenta los impactos ecológicos, sociales y culturales de los proyectos. Los proyectos ganadores rinden homenaje a la innovación, la creatividad y el patrimonio local, que las Naciones Unidas tienen en alta estima.» – afirmó el jurado.

Bogen ganó el Premio Especial Interior en la categoría Restaurantes – Europa 2022 a mediados de noviembre. En esta primera selección se evaluaron más de 10.000 proyectos; finalmente, el jurado internacional seleccionó a los ganadores mundiales en diciembre. Junto a proyectos innovadores como el Buddha-Bar de Nueva York y el Amar Café de Beirut, Bogen se destacó en la categoría Restaurantes y recibió el Premio Especial Interior – Mundo 2022.

Leé la nota original en inglés > https://arqa.com/en/architecture/bogen-the-bistro-of-flowers.html