30.5.2023
Benedetta
El proyecto se inspira en el universo onírico de texturas y materiales del mundo mediterráneo. El elemento más característico son las olas del mar, que implementamos a través de dos elementos constructivos en planta baja y primera.
Ambos dan una función específica, uno de ellos como barra trasera en el primer piso, y el otro como banco largo en zigzag que organiza el área central del piso superior.
Los tonos blancos son los que más predominan en todo el espacio, sugeridos por las construcciones tan características de esas latitudes. El uso del mosaico en tonos azules y turquesas es claramente un recurso constructivo que representa una época y un arte propio del Mediterráneo.
El uso de listones de madera pintada de blanco como revestimiento en la mayor parte del espacio genera una textura rítmica que sugiere una relación con la estrategia utilizada en las zonas desarrolladas con las olas.
El suelo de terrazo en tonos naturales y ocres en toda la instalación le da al espacio una sensibilidad de piedras sutiles y diminutas que se integran con el «estado de ánimo mediterráneo».
Finalmente, la vegetación que emerge del largo banco predomina en sus tonos como si fuera la integración de la naturaleza real fusionada con la metáfora alegórica del mar.
Desde el punto de vista organizativo, tanto la planta primera como la planta superior se dividen en dos zonas, la zona de producción y la zona de servicios. Ambos están separados por mamparas de cristal como típica alegoría de las antiguas ventanas de fábrica. El restaurante cuenta con amplias áreas de uso privado, como son las cocinas, sala de producción, sala de cámara y oficinas, que representan el 40% del área total de ambos niveles, lo que garantiza una producción funcional a las necesidades del restaurante.