134 Viviendas en Espartales Norte

El edificio se compone de un bloque central de B+4+AT, conectado por sus extremos por medio de pasarelas a dos bloques de B+6+AT, conformando una planta en forma de “C”, que cierra la manzana con el edificio colindante. La edificabilidad y el volumen agotan los máximos permitidos por las NN.UU. axioma irrenunciable para la magra economía de toda cooperativa de vivienda social.

La envolvente se ha diseñado atendiendo a la orientación. Construida con materiales de bajo presupuesto, larga durabilidad, y sin coste de mantenimiento, acorde con el carácter social del edificio. Las fachadas Sur, Este y Oeste se han protegido de la radiación solar con paneles deslizantes de lamas, apoyadas sobre el borde de terrazas de un metro de vuelo. También en la elección del color del ladrillo se ha considerado la absorción solar. En planta ático se ha instalado una pérgola conformada con perfiles HEB con la intención de uniformar la inevitable “personalización” de espacios exteriores.

Se ha proyectado el número máximo de viviendas permitido por la NN.UU., de programa convencional, diferenciándose los distintos tipos únicamente por su superficie y número de dormitorios. Otras tipologías propuestas, dúplex, galerías de acceso en fachada o interiores, comportaban cierto recelo a los cooperativistas y fueron rechazadas.

Los núcleos de comunicación, en número de diez, conectan verticalmente todas las plantas, sirviendo a dos viviendas por planta.

Bajo rasante se ha ocupado la totalidad de la parcela en dos niveles donde se sitúan 134 trasteros, cuartos de instalaciones y garaje para 268 plazas.

En la proyección de la edificación en planta baja, se ubican los accesos a cada uno de los portales, a los que se llega peatonalmente desde un acceso controlado común, cuatro viviendas, dos locales comerciales y una sala polivalente para la celebración de eventos y actos lúdicos.

En el espacio libre de edificación se han proyectado instalaciones para la práctica del deporte, juegos infantiles, ocio y relación entre los cooperativistas.

Construida con materiales de bajo presupuesto, larga durabilidad, y sin coste de mantenimiento, acorde con el carácter social del edificio.

Se ha diseñado atendiendo a la orientación. Las fachadas Sur, Este y Oeste se han protegido de la radiación solar con paneles deslizantes de lamas, apoyadas sobre el borde de terrazas de un metro de vuelo. También en la elección del color del ladrillo, klinker de “Cerámicas La Paloma”, se ha tenido en cuenta la absorción solar, utilizando los colores blanco y ceniza, según la orientación. Cuando proyectamos el sistema “tradicional” de fachada de fabrica de ladrillo cara vista, utilizamos el formato catalán, 280x140x50 cm., que nos garantiza mayor entrega que el castellano en el borde del forjado.

En la planta ático se ha instalado una pérgola conformada con perfiles de acero HEB con la intención de uniformar la inevitable “personalización” y, al mismo tiempo, facilitar la instalación de toldos de protección.

Más allá de códigos y normativas, en la redacción de proyectos de vivienda social se debe ser estrictamente riguroso con el ahorro energético, considerando que los ingresos familiares permitan atender las exorbitantes facturas de las compañías suministradoras.