14.8.2019
Pueblo de Taos: Secretos custodiados entre adobe
Las Guerras Anticoloniales Indígenas, o conquista del Oeste, según el punto de vista, supusieron la limpieza de numerosos grupos étnicos del territorio actualmente gobernado por EEUU.
Vista exterior de las casas apiladas de Pueblo de Taos
Los grupos étnicos de esta zona del nuevo continente no estaban tan organizados ni eran tan numerosos como sus vecinos del sur, los aztecas, mayas e incas. Pese a ello, cada uno de ellos tenía su legado cultural del que poco queda hoy en día. El Pueblo de Taos es una de las pocas excepciones. Aunque diezmado y con menos de 2.000 individuos censados como indígenas, Pueblo de Taos es la manifestación viva de la cultura indígena más importante en esta zona del mundo. Tanto arquitectónica como culturalmente, Pueblo de Taos es un ejemplo casi único de un grupo étnico con mil años de historia.
Vista exterior de las casas apiladas de Pueblo de Taos
Este grupo étnico pertenece a uno de los ocho grupos indígenas Pueblo. Se localizan en el norte del área de influencia de estas etnias. Los antiguos habitantes se ubicaron a ambas orillas del río Pueblo, a espaldas de las montañas Taos, en lo que ahora es el estado de Nuevo México. Lo hicieron entre el año 1000 y 1450, sin que ellos mismos tengan claro en qué momento iniciaron su presencia en esta zona por la falta de registros escritos. Antes de la llegada de los conquistadores a la zona, Pueblo de Taos fue un centro comercial en el que se celebraba anualmente una feria con productos agrícolas. Su primer contacto con Occidente fue a través del conquistador español Vázquez de Coronado, que estaba por la zona buscando Cíbola, una ciudad de leyenda similar a El Dorado de Sudamérica. Detrás de los conquistadores llegaron los misioneros con el fin de convertir a los indígenas tanto religiosa como culturalmente. En el caso de Pueblo de Taos esta tarea fue extremadamente complicada. La resistencia fue grande, aunque paulatinamente sufrieron un proceso de aculturación y hoy la religión resultante es un sincretismo de sus antiguas creencias con el cristianismo.
En el siglo XIX, Nuevo México pasó a formar parte de los EEUU y Pueblo de Taos tampoco lo aceptó de buena gana. Finalmente, se creó una reserva con la que alcanzaron la paz y mantuvieron su cultura ancestral. Ya en el siglo XX, científicos como Carl Jung trataron de estudiar la cultura de Pueblo de Taos, pero las resistencias y suspicacias se mantenían. Se sabe relativamente poco de sus costumbres, más allá de que son un grupo con fuerte sentido comunitario y familiar. Menos aún se sabe de su lengua: se considera un dialecto del tiwa y es hablado por aproximadamente el 50% de los indígenas. Los indígenas se cuidan mucho de hablarla cuando hay occidentales presentes para ocultar sus orígenes. El sitio está protegido por el gobierno desde 1960. Para continuar con las buenas relaciones, en 1970 EEUU devolvió a la reserva el lago Azul, sagrado para el Pueblo de Taos. Roosevelt había hecho que formara parte del Parque Nacional de Carson.
Detalle de la arquitectura de adobe de Pueblo de Taos
Actualmente, solo 150 personas viven en la antigua aldea fortificada de Pueblo de Taos, estando muchos otros en los alrededores. Esta histórica aldea está formada por numerosas casas de adobe de varios pisos. Los habitantes construían verticalmente, de forma que la azotea de algunos edificios podía servir como el porche del vecino de arriba. Esto tenía sentido, porque en el pasado se accedía a estas casas de adobe por el techo, utilizando escaleras de mano. Con este diseño, los indígenas eran más capaces de defender su ciudad, además de mantener el fresco en el interior de las viviendas, teniendo en cuenta los rigores de la zona. En una concesión a la modernidad, hace tiempo que se abrieron puertas y muchas más ventanas. Eso sí, los indígenas mantienen la prohibición de tener agua corriente o electricidad en las casas de la aldea. Dos de las estructuras de Pueblo de Taos son las estructuras habitadas de forma continua más antiguas de EEUU.
Pueblo de Taos está a unas dos horas al norte de Albuquerque y es fácilmente visitable salvo un periodo a finales del invierno y principios de primavera en el que cierra 10 semanas. Es conveniente también informarse de los días festivos de los indígenas. Una vez allí, una visita guiada es lo idóneo para comprender la historia, cargada de agravios, de Pueblo de Taos. Estas visitan son pagadas con una propina a añadirse sobre la entrada en sí. Fuera de la aldea, en el moderno Taos Pueblo, se aconseja el museo Millicent Rogers para complementar la visita. La mejor época para visitar la zona es en primavera y otoño, para evitar tanto las temperaturas altas como las habituales tormentas. Sin embargo, la fiesta principal de Pueblo de Taos, el Pow-Wow, es en la segunda semana de julio. Se celebran bailes rituales y comidas comunales. Los turistas no están excluidos, pero se exige un nivel extra de respeto y no entrar a las casas si no se es invitado expresamente.
Fuente: Viaje al Patrimonio
Fotos: mnchilemom / Thomas Raymond
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