5.11.2018
Carril Ciclable: Una pequeña operación de cirujía que articula el territorio metropolitano
El estudio Batlle i Roig Arquitectura realiza un carril ciclable de 890 m, una pequeña operación de cirugía que consigue conectar el Forum con la carretera de las Aguas, con el parque de Collserola, con Esplugues y con las otras ciudades del Baix Llobregat a través de la Diagonal.
“El reto en urbanismo es en los próximos años, ayudar a romper las barreras que se han construido entre los espacios naturales y la ciudad”. Enric Batlle
El proyecto se sitúa en uno de los enclaves más complicados de la red viaria metropolitana, el nudo viario que une la avenida Diagonal de Barcelona con la avenida dels Països Catalans de Esplugues de Llobregat y que ha supuesto una barrera para peatones y bicicletas durante 60 años. La firme y decidida apuesta del despacho Batlle i Roig por la movilidad blanda y por una ciudad más biofílica, les ha llevado a diseñar un camino ciclable con pendientes suaves en un entorno renaturalizado y ajardinado que actúa como un mirador sobre la ciudad y que conecta la red urbana de carriles bicis con el sistema de espacios libres del parque de Collserola.
Con la voluntad de incidir el mínimo posible sobre el terreno natural el proyecto, por un lado, se adapta a las características morfológicas del lugar, una topografía variable y cruces de infraestructuras a distintos niveles, convirtiéndose en pasarela por encima del carril de acceso a las rondas garantizando el gálibo inferior de 5,00 m de paso libre o en túnel, reutilizando un paso inferior de vehículos en desuso bajo la ronda con 2,5 m de altura libre de paso. Por otro lado, la nueva vía ciclable se integra en el paisaje al ajustar sus rasantes a los taludes de los márgenes viarios y al utilizar el sistema de contención de tierras con gaviones de piedra de Collserola, que se dispone directamente sobre el terreno y permite una intervención en seco, más sostenible y más respetuosa con el entorno natural.
El camino tiene una anchura de 4,50 m y distingue la circulación de peatones y bicicletas con dos franjas contiguas y con acabados diferenciados, tanto en color como en textura. Esta distribución posibilita que la vía ciclista, de 2,30 m de anchura, mantenga la continuidad y la homogeneidad a lo largo del recorrido, a la vez que facilita relacionar a los peatones con la naturaleza, gracias a una serie de retrocesos que se adaptan a la geometría del talud vegetal y el arbolado existente. En estos sobreanchos, de hasta 4,50 m, se han definido pequeñas zonas de estancia, equipadas con bancos, sillas y aparca-bicicletas, para disfrutar del efecto mirador sobre la avenida Diagonal y la ciudad.
El carácter de la piedra ferruginosa, el pavimento tratado al óxido, y la barandilla de acero corten confieren un carácter unitario al conjunto, que se diferencia de las grandes infraestructuras viarias, a la vez que se relaciona mejor con los espacios ajardinados cercanos. El conjunto de la vegetación escogida, para las nuevas plantaciones arbóreas y para el ajardinado de los márgenes del camino, corresponde a especies autóctonas de bajo requerimiento hídrico y con floración estacional, que ofrece diferencias cromáticas y olores cambiantes a lo largo del año. Así mismo, se ha hecho un gran esfuerzo al conservar el arbolado existente e incorporarlo en los parterres definidos en el nuevo camino.
El nuevo camino ciclable realizado por Batlle i Roig ha transformado un espacio olvidado y negado a las personas en un espacio de encuentro y de continuidad urbana para la comunidad metropolitana. Una vía verde, con circulación pacificada que evoca los caminos rurales más allá de la ciudad y de las grandes infraestructuras viarias.