Gjoevik Care Centre, centro de cuidados y asilo para menores de edad, en Noruega

Nuestra tarea consistía en crear un refugio para niños que también sirviera como un lugar para desarrollar actividades significativas en su vida cotidiana.

Hemos propuesto un pequeño jardín de árboles, seleccionados especialmente de todos los continentes. La idea era establecer una conexión entre las distintas zonas geográficas, la que los niños llevan dentro de sí -como los recuerdos de sus países de origen- y la de su nueva ubicación en una hermosa colina con vistas al lago Mjoesa. Los árboles se vuelven por lo tanto la conexión física que no sólo simboliza la vida y el crecimiento en un nuevo suelo, sino que también proporcionan a los niños y al personal una actitud positiva a través del cuidado del medio ambiente.

La arquitectura del arboreto se basa en un mapa del mundo derivado de un modelo triangular de la tierra. Este modelo fue desarrollado en la década del ‘50 para lograr una representación más precisa del globo terráqueo. El mapa muestra los continentes en fila, uno a continuación del otro, y asociados con el número de personas y sus culturas, vinculados en una larga y continua cadena. Esto nos enseña cómo una pequeña parte es parte de un todo mayor, y cómo cada individuo desempeña un papel determinante en el mundo que habitamos.

Para crear buenas condiciones de crecimiento de los árboles, propusimos una serie de parabrisas de madera. Ellos crean un mejor microclima y por lo tanto también un buen refugio contra el viento para los residentes del centro. Los bancos de madera también permitirán a las personas disfrutar de las cualidades del lugar y encontrar un espacio de contemplación en un mundo complejo.

Original text in English

The Gjoevik Care Centre is an institution for juvenile asylum seekers. The centre provides shelter and safety for immigrants under the age of 15 and helps those of them who are struggling with traumatic experiences from famine and conflicts around the world. Our assignment was to create a refuge for the children which also could serve as a place for meaningful activities in their daily lives.

We proposed an arboretum – a small garden of trees which were specially selected from all the habitable continents of the world. The idea was to establish a connection between the different geographies – the ones which the children carry within themselves as memories from their home countries and their new location in the beautiful hillside overlooking the lake Mjoesa. The trees become thus the physical link which not only symbolizes life, and growth in a new soil but they also provide the children and the staff the positive activity of cultivation of the environment.

The architecture of the arboretum is based on a map of the world which was derived from a triangulated model of the earth. This model was developed in the 1950’s to create the most accurate representation of the globe. The map shows the continents in a row, the one after the other and gives an association to how people in the world and their cultures are linked together in a long continuous chain. This teaches us how the small is a part of a larger whole and how the individual plays a role in the world which surrounds us.

To create good growing conditions for the trees, we propose a series of wooden windscreens. They create a better microclimate and consequently also a good shelter against the wind for the residents of the care centre. Wooden benches will also enable people to settle down for a shorter or a longer time, either to enjoy the qualities of the place, or to find a piece of mind in a difficult world.