12.7.2010
Cloud Chamber
Como si fuera una nube abstracta de madera o una estrella caída del cielo, la estructura de proyectores y pantallas está programada con imágenes secuenciales de formaciones de nubes. En contraste con el exterior sólido y rotundo, todas las superficies interiores están cubiertas por proyecciones fílmicas, ofreciendo así una experiencia de ingravidez e intangibilidad. Pensamos en una cámara de niebla como un retiro desapegado de la vida cotidiana. El objetivo es lograr tanto una experiencia visual y física de tensión entre un exterior directo y expresivo y un interior atractivo, sorprendente y desafiante. El exterior parece masivo y tectónico, una construcción de madera sólida, mientras que el interior es todo lo contrario, efímero e intangible. Las proyecciones de los fenómenos del cielo añaden profundidad visual, la idea de flotar en el espacio. Es un cuarto de escala íntima y a la vez infinito a través de la ficción que sugieren los paisajes de las nubes en movimiento. Finalizada la exposición, la estructura será vaciada y se convertirá en un refugio para narrar cuentos para niños.