6.10.2016
Viviendas San Ignacio
Este conjunto de 10 casas (primera etapa) se localiza al noroeste del municipio de La Barca, Jalisco.
Los inmuebles se desplantan sobre un área de 924.04 m2 en un fraccionamiento horizontal llamado Jardines de San Ignacio el cual cuenta con aproximadamente 450 lotes los cuales en su mayoría son de 90.00 m2 (6.00×15.00 m).
Una de las particularidades y beneficio de la ubicación, es que el conjunto se encuentra pegado a un área de cesión para destinos, en el cual se llevará a cabo la implementación de un parque lineal municipal.
Los principales objetivos fueron identificar el mercado lo cual nos llevó a apegarnos a la ideología de la región, y por eso se decidió generar muros de carga de block sólido y una estructura de concreto armada para así lograr mayor confianza con los habitantes del municipio. También se buscó otorgar con el presupuesto establecido, espacios interiores dignos y por otro lado la clara imagen de calidad en el diseño que se logra mediante la plástica del inmueble, llegando a la conclusión que el conjunto se muestra como una unidad.
Se planteó lograr un paisaje diferente al que ha sido marcado por los grandes desarrolladores de vivienda social, donde la secuencia del diseño arquitectónico permite observar una serie de llenos y vacíos acentuados con un cambio de color.
El protagonismo inmediato se logró completamente mediante el uso de materiales no comunes en este sector como es el muro lambrín frontal de madera Okume y, así recalcar el deslinde de la competencia.
Se trabajó en su exterior un aplanado tradicional a base de arena-cemento, con esto logrando ofrecer un mejor producto y quitar de cierta manera el estigma que carga una vivienda de interés social en México.
En su interior la iluminación y ventilación de los espacios se da de manera natural mediante el patio trasero y el frente de la vivienda. De acuerdo al exceso de luz y el contexto árido, se decidió dotar de ventanas reducidas al inmueble. El patio posterior se muestra como un elemento vividero y privativo, que se conjuga con él área pública de la vivienda. También se logró que las áreas privadas estuvieran lo más separado de las áreas públicas del vecino.
En la parte superior se encuentra una terraza, la cual se muestra como un elemento con fundamentos en el principio de la incrementalidad basado en las viviendas de Alejandro Aravena, permitiendo que en un futuro se pueda crecer de manera automática para prevenir los cambios del programa (necesidades) durante el paso del tiempo de una familia dentro del inmueble.
Estos vacíos en el volumen permiten generar un juego de sombras en el transcurso del día.
Uno de los materiales que más beneficiaron el proyecto fue el construir las losas con un panel de entrepiso aislante m16 de la marca NOVIDESA, así logramos que la vivienda fuera más térmica.