Drift City: Reacción de la arquitectura a la elevación del nivel del mar, mención de honor Laka 2016

Durante los últimos 2,5 millones de años, la tierra ha participado en una danza ecológica con las capas continentales de hielo que cubren el hemisferio norte. Esta danza supone una oscilación constante entre los niveles oceánicos y el agua congelada depositada en los glaciares; un continuo dar y recibir, que ha provocado fluctuaciones en el nivel del agua en más de 45 metros. Como resultado, las líneas de costa se han movido hacia el mar decenas de kilómetros. El aumento del nivel del agua no es un fenómeno reciente; ha sido una acción incesante durante la historia de la tierra. Lo más urgente para nosotros hoy es que el agua se acerca a los grandes centros de población. Los seres humanos somos participantes, algo incómodos, de esta danza ambiental. Por primera vez en la historia de la tierra, el aumento del nivel del mar está encontrando una condición de borde densamente desarrollada, que pone en peligro millones de vidas, miles de edificios y cientos de ciudades.

Esta es la situación del alzamiento: el agua está rompiendo los umbrales establecidos e invadiendo la ciudad, la arquitectura y el paisaje construido. La brecha ya no es una anomalía, sino más bien una ocurrencia común, y nos obliga a repensar la relación del entorno construido con el agua. ¿Es posible construir mecanismos para permitir el agua en aumento? Si es así, ¿cuánto tiempo nos protegerán estos dispositivos? ¿Debemos huir, entregando el hogar y la cultura a las fuerzas de la naturaleza? Si es así, ¿a dónde vamos? ¿Es posible imaginar una arquitectura anfibia? ¿Podemos construir entornos que tengan la capacidad de resistir o adaptarse a los niveles fluctuantes del agua? Drift City es una respuesta espacial y urbanística, pero también de infraestructura a esta condición de aumento del nivel del mar. Es una ciudad que flota. Una ciudad que es puente. Una ciudad que emigra. Una ciudad que se transforma. Una ciudad que redistribuye. Una ciudad que reconfigura la complicada relación entre el agua y sus habitantes. Es una ciudad estructurada por tres operaciones: defensa, retiro y adaptación.

El arca, como respuesta a la supervivencia, se ha convertido en el paradigma de la solución de la humanidad al desastre ecológico: construir un mecanismo para la liberación. Drift City es la continuación de este ejercicio de subsistencia. Es una ciudad flotante y lineal que simultáneamente defiende, retrocede y se adapta al mar en ascenso. Es una ciudad que se materializa en respuesta a la crisis hidrológica provocada por el cambio climático. Es una ciudad que marca el borde de la tierra y el agua, y luego migra en ambas direcciones. Drift City es el arca del Siglo XXI. Es un mecanismo que permite el control, escape y adaptación a la presencia ominosa del agua.

A raíz de una escalada de la crisis mundial con el agua, este proyecto es una evaluación crítica de soluciones de diseño innovadoras para hacer frente a la subida del nivel del mar. Drift City es una solución híbrida – una solución que dice sí a la defensa, a la retirada y a la adaptación. Es una ciudad que actúa como muro de defensa. Sin embargo, también instiga y permite la movilidad de las poblaciones en retirada. Sin embargo, el retiro puede no ser permanente, sino más bien una forma de adaptación temporal. Drift City cuestiona fundamentalmente la condición del edificio estático y ofrece una nueva manera de vivir que es sensible a las fluctuaciones del agua.

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