3.7.2025
The Cocoon, extensión del sector preescolar
Un presagio de la influencia arquitectónica en la creación de los futuros entornos educativos.
En una región donde los sistemas educativos tradicionales dominan el sector, Bloomingdale International School en Vijayawada destaca el poder transformador de la arquitectura paramétrica para ampliar los límites de la educación y desafiar las normas convencionales. Es el primer instituto de su tipo y el único colegio internacional en el estado de Andhra Pradesh, India, que tiene como valor fundamental la visión de brindar una educación innovadora; su propósito es ir más allá de lo que ofrecen otros preescolares de la región; y su misión es impulsar un cambio de paradigma en la educación temprana mediante un diseño arquitectónico minucioso.
El preescolar ocupa un área de 375 m² dentro del campus, junto al edificio escolar existente. Un patio rebajado conecta ambos edificios, siguiendo la topografía del terreno y ascendiendo hacia la nueva ampliación como si escalara una colina. Esta disposición del terreno, junto con la necesidad de atender a unos 100 preescolares, ofreció a los arquitectos una oportunidad única para desarrollar algo único en el campus escolar. El resultado es un diseño que desafía la noción de lo que debería ser una escuela. Lo logra integrando la forma construida, el paisaje y los interiores en una sola entidad, utilizando una organización espacial no convencional, tecnología moderna y materiales robustos.
En consonancia con su visión, la arquitectura de Bloomingdale International School rompe con las normas típicas de diseño escolar. En lugar de las típicas aulas modulares, la distribución concibe las aulas como espacios fluidos e interconectados que fomentan la libertad de movimiento y la interacción. El diseño fusiona a la perfección espacios para el juego y el aprendizaje, difuminando las fronteras entre ambos. El patio contribuye a este efecto adaptándose como zona de juegos, aula, anfiteatro o piscina, según la función que requiera. Esta experiencia espacial única se ve reforzada por el uso de paneles de vidrio de altura completa en lugar de muros y claraboyas en la cubierta. De esta manera, el diseño elimina por completo la distinción entre el interior y el exterior, convirtiendo así el paisaje en una extensión del espacio construido y viceversa.
Otra diferencia con la arquitectura escolar convencional es la dependencia del diseño de la forma construida en lugar de los colores brillantes para generar interés visual. En el centro de esta idea reside la idea de que «el edificio, en lugar de ser parte del paisaje, debería ser una forma del paisaje en sí mismo». Esto se evidencia en la cubierta curva y ondulada que emula una ola o quizás colinas. Al observar este edificio desde la distancia, el espectador puede vislumbrar inmediatamente el paisaje que lo rodea, haciendo que el edificio parezca parte de la escena. Una mirada más cercana revela el verdadero ingenio del diseño: niños que habitan el edificio, como protegidos en un capullo.
La forma fluida de la cubierta, cubierta de césped y que descansa sobre un espacio estructural sin obstrucciones, carente de soportes internos o particiones, se ha conceptualizado mediante herramientas computacionales. Su ingenio reside en cómo la superficie verde eclipsa el resto de la forma construida, convirtiéndola en un punto de referencia en la zona. Aún más sorprendente es que la estructura se haya realizado con un presupuesto limitado, adoptando un proceso de construcción eficiente que considera los recursos y las tecnologías disponibles.
Su uso, especialmente, de materiales prefabricados es otro aspecto crucial del diseño. El núcleo estructural de la cubierta se erigió in situ utilizando elementos prefabricados y técnicas de construcción que implicaron la colocación de placas de unión únicas en cada intersección de secciones huecas circulares dobladas a lo largo de los ejes X e Y. La curvatura requerida se logró variando la altura de las uniones fabricadas y ensambladas con precisión. Las complejidades estructurales para lograr la lisa piel exterior se resolvieron con una carcasa de ferrocemento integrada sobre la singular estructura metálica.
Vista desde el interior, la cubierta crea una cautivadora sensación de asombro y misterio. Los elementos estructurales expuestos a lo largo del techo presentan un hermoso contraste con la superficie exterior de césped, permitiendo así que resalte la auténtica naturaleza de los materiales. El efecto visual de esta austera paleta de materiales se ve realzado por la luz natural que se disipa a través de los tragaluces, acentuando la curvatura fluida y creando un punto de referencia en cada aula. El movimiento de luz y sombra, que se difunde en el aula a lo largo del día, añade un elemento lúdico al diseño.
La arquitectura de esta escuela es única en su expresión estructural, innovación en el diseño y la firmeza de su enfoque poco convencional, donde cada elemento ha sido cuidadosamente diseñado para reinventar el concepto de los espacios educativos y dejar huella en sus usuarios. El uso de paneles de vidrio de altura completa y techo de césped; la organización espacial fluida de las aulas; la prefabricación y tecnologías computacionales; y una forma arquitectónica paramétrica, se desvían del típico edificio de cajas, creando una estructura distintiva, inconformista y lúdica que podría despertar la curiosidad infantil. De esta manera, Bloomingdale International School se erige como un precursor del poder de la arquitectura para moldear el diseño de los futuros espacios educativos.
Leé la nota original en inglés > https://arqa.com/en/architecture/the-cocoon-pre-primary-extension.html