4.12.2008
Terminal de Ómnibus de Santiago del Estero
Este proyecto fue producto de una oportunidad dada por la conjunción de tener un viaducto elevado, y una estación Terminal que lo recibe. Esa fue la idea central de la propuesta urbano-arquitectónica que se presentó: una Terminal donde los ómnibus estuviesen arriba, y los pasajeros accedieran por abajo.
El edificio estación aparece como la terminación de este ingreso elevado al centro de la ciudad en una forma sintética que surge del movimiento mismo de los ómnibus. La rotonda ovalada que se genera da lugar a un edificio de gran impacto visual que significa un hito más que importante dentro de la Ciudad de Santiago del Estero.
En general, las estaciones terminales generan a su alrededor áreas afectadas por las operaciones y servicios que allí se dan. A diferencia de esta aproximación se propone un edificio que, más allá del servicio que provee, sea un edificio netamente “Urbano” y significativo dentro de la trama urbana. Tal vez nos podamos referir a lo que significaron los edificios del Automóvil Club Argentino dentro de cada ciudad.
En los laterales del edificio se generan paseos urbanos parquizados para toda la comunidad. Paradas de taxis y estacionamientos se integran en estas áreas. La inflexión del eje longitudinal con respecto a la trama urbana intenta enfatizar el carácter de proa hacia la esquina más activa del movimiento urbano. Sobre la plataforma emerge un techo liviano, formal y técnicamente, como una gran sombrilla de embarque y desembarque.
La funcionalidad del edificio está dada por un claro sistema circulatorio de ómnibus y pasajeros. Los pasajeros que ingresan se enfrentan directamente con las escaleras mecánicas y el hall de doble altura o se dirigen a los dos flancos de boleterías, cuyo desarrollo y espacio frontal permite la formación ordenada de colas, a la manera de un aeropuerto.
Comercios, bares y servicios abastecen y acompañan a los que esperan el momento de partida que anuncian las pantallas. En ese momento pueden optar por utilizar los ascensores, la rampa peatonal y las mecánicas de acuerdo a sus necesidades.
Un camino perimetral interno recorre el edificio y está destinado exclusivamente al movimiento de boleterías, personal y encomiendas desde y hasta el núcleo vertical hacia el nivel superior. Esta circulación está vedada al público.
La planta baja adquiere una espacialidad singular en las dobles alturas que conectan con la planta alta y que permiten visualizar la cubierta superior desde abajo, conectando verticalmente las dos plantas. Un lucernario central longitudinal permite invadir con luz el corazón del edificio.
Al llegar a la planta alta se tiene un panorama transparente de 360º, visualizándose todos los andenes . Se propusieron allí también áreas de espera inmediatas de acuerdo a la puerta que deba abordar el pasajero. Una cabina sobreelevada ubicada en el extremo Sur, con vista a la llegada del Viaducto, será el centro de operaciones de la terminal.
La relación entre la imagen y la tecnología ha sido otra preocupación central del proyecto. En la búsqueda de una imagen contemporánea se ha dialogado con una materialidad compatible y adecuada para un edificio público, de usos intensos y de fácil mantenimiento.
En su exterior la parte baja es un muro de hormigón visto, cuidadosamente modulado entre paños ciegos y carpinterías de aluminio. Los módulos inferiores de estos paños, se giran y permiten aberturas verticales a los pasillos perimetrales. A la vez, estos da movimiento a las fachadas laterales.
Sobre el ingreso emerge una amplia marquesina que da protección al apeadero de llegada y salida de taxis y coches. La Planta Baja es una extensa superficies ovalada con dobles alturas centrales y las boleterías en los costados. Comercios en isla, completan el sector.
Los ascensores panorámicos permiten tener visuales sobre los halles y vacíos centrales. La rampa, de solado antideslizante y pendiente del 10% permite el movimiento de carritos y también coches niños y bicicletas
En la planta alta una carpintería perimetral de aluminio y vidrios laminados cierra el total del área. Seis cajas de doble puerta de accionamiento automático comunican con las dársenas.
La gráfica propuesta para identidad de la terminal está ligada a la idea de trabajar con el concepto de centro y de flujo. Al ser Santiago la Madre de las ciudades, la más antigua de la Argentina, se propone una figura radial, central. Pero también, como es el la actualidad, lugar donde convergen caminos, entre provincias y regiones del Norte Argentino.