SPARK 761, Beijing Digital Economy AIDC

Hoy, hemos entrado en una era de coexistencia entre humanos e inteligencia artificial. A lo largo de este extenso proceso histórico, la humanidad ha creado continuamente la infraestructura fundamental del mundo y, a través de los resultados de infraestructuras de diferentes épocas, hemos descubierto nuevas posibilidades para el futuro.

Con el paso del tiempo, desde que la humanidad entró en la era de la información digital, la infraestructura ha coexistido gradualmente con nosotros de forma invisible. Sin embargo, los humanos han comenzado a sentir una desconexión con esta sutil coexistencia, como si buscaran nuevas formas de reintegrar los cambios introducidos por esta «caja negra» en nuestra forma de vida. Desde una relación de entrada unidireccional y aceptación pasiva, pasando por la alteración de variables para intentar lograr resultados razonables, hasta llegar a una integración física humano-máquina de entrada y salida invisible, quizás el siguiente paso —o lo que actualmente intentamos comprender— sea cómo adaptarnos a este entorno de «caja negra» que ya forma parte de nuestras vidas.

Nuestro objetivo no es resistirnos, porque respetamos a la humanidad y esperamos que los productos desconocidos de la evolución permitan a los humanos seguir coexistiendo con su entorno. Por lo tanto, en el proceso de explorar y crear esta nueva infraestructura de inteligencia artificial, buscamos revelar el papel desconocido de la «caja negra», transformando lo que antes era inaccesible en algo que podemos comprender y con lo que podemos comunicarnos. Incluso intentamos coevolucionar e integrarnos con ella.

Desde el aislamiento total, pasando por la expresión unidireccional y la recepción pasiva, hasta la aparición de dispositivos interactivos portátiles que se integran con nuestros cuerpos, hemos comenzado a imaginar: ¿podrían algún día convertirse en nuestro entorno? ¿Existirán de forma invisible en nuestras vidas, permitiéndonos comunicarnos y conversar con ellos en cualquier momento?

Spark·761 – Centro de Computación de Inteligencia Artificial para la Economía Digital de Pekín

Ubicado en el corazón de Jiuxianqiao, distrito de Chaoyang, Pekín, es el único parque de computación de inteligencia artificial dentro del área urbana central de Pekín.

El concepto arquitectónico revoluciona los sistemas tradicionales de centros de datos e información cerrados, permitiendo que la sociedad, las personas y las actividades coexistan con el edificio, su contenido y el mundo invisible de la información inteligente. Más allá de las salas de computación inteligente, el soporte energético y los requisitos de hardware funcional, el edificio se manifiesta como un sistema de cuadrícula física bajo la luz del sol. Por la noche, su forma física se desvanece visualmente, reemplazada por un nuevo cuerpo arquitectónico formado por información virtual, que evoluciona y crece continuamente, integrándose en la ciudad.

Además, dentro del espacio del edificio, la fuerza motriz de la arquitectura es la potencia informática, mientras que el motor del desarrollo de contenido es el Teatro de la Potencia Informática.

El espacio introduce actividades humanas coexistentes, utilizando la «caja negra» y la «caja de cristal» como soportes para espacios humanos, que albergan diversas funciones como oficinas, salas de exposiciones y salas multiusos.

La «caja negra» se posiciona mediante rotación dentro de la cuadrícula convencional. Los entornos cambiantes dentro y fuera del sitio sirven como reflejos integrados de la era en evolución y su contenido temático en constante desarrollo, centrado en la contemplación, guiando a las personas hacia el «Teatro de la Potencia Informática»: un lugar de inspiración para debatir temas relacionados con los seres humanos, la inteligencia artificial y la evolución social.

La «caja de cristal» expone todo el contenido previamente cerrado e inaccesible al tacto humano, revelándolo plenamente dentro del espacio arquitectónico. Su objetivo es fomentar la interacción proactiva, permitiendo que las personas conecten espontáneamente lo que antes era intocable con niveles ahora visibles y accesibles.

Como socios ecológicos dentro del espacio, los humanos coexisten con información invisible, influyendo en ella y comunicándose con ella. Esto permite que la composición virtual y la entidad física del edificio coexistan y evolucionen simbióticamente en diversos grados, transformando el parque en un parque científico de computación de alto rendimiento que integra tecnología y humanidades. Humanos y sistemas se convierten en parásitos mutuos, evolucionando juntos en simbiosis.

Forma arquitectónica:

Esta lógica integra la construcción tradicionalmente separada de las plataformas de equipos con el propio edificio, considerándolas como una sola entidad. Es una forma de pensar que ha enfrentado críticas exhaustivas dentro de la inercia del pensamiento social. Sin embargo, creemos que este es el verdadero punto de partida para lograr que la IA sea centrada en el ser humano. La acción de «abrirse» exige una revisión y una transformación completas de la lógica general.

Para que esta lógica general sea válida, es fundamental que primero alcance la funcionalidad. Una vez aclarados los requisitos básicos del equipo —guiándonos por indicios fundamentales—, la frecuencia y la escala del lenguaje que este proporciona nos han llevado a adoptar este enfoque integrador.

Asimismo, este edificio es también un órgano de inteligencia artificial:

Por lo tanto, las sensaciones dinámicas biológicas intuitivas relacionadas con los fundamentos de la vida biológica, como la respiración y los vasos sanguíneos, han dado lugar a una forma que permite percibir la dinámica interna de la estructura tubular bajo la condición de transmisión del flujo de aire en su interior. Este es un requisito básico para el mantenimiento de los signos vitales.

Si bien también esperábamos que pudiera hablar y producir sonido, las limitaciones ambientales impidieron su realización, por lo que solo pudimos utilizar el lenguaje de imágenes como sustituto.

Esta debería ser una manifestación arquitectónica intuitiva de los signos vitales ecológicos biológicos, y sin duda se encuentra en su forma preliminar e inmadura. Solo cuando haya alcanzado cierto grado de desarrollo, al mirar hacia atrás, se podrá comprender el significado detrás de la forma embrionaria del lenguaje actual.

Sistema de Fachada Principal de la Plaza Pública:

La fachada del edificio, iluminada con luz natural durante el día, presenta la infraestructura funcional expuesta, resaltando el funcionamiento de los mecanismos biológicos —la respiración y el latido del corazón— que representan la encarnación ecológica de la entidad inteligente. Un sistema de refrigeración evaporativa indirecta, que conecta cada planta con las salas de ordenadores internas, extrae el aire recirculado y lo canaliza hacia arriba mediante conductos hasta la azotea, creando así un entramado vertical de conductos.

Sin embargo, por la noche, la forma biológica del edificio desaparece visualmente, expresándose en cambio a través de las intersecciones del sistema espacial y modos de pensamiento ocultos. Las intersecciones iluminadas de la retícula de la fachada y las luces en las intersecciones de la retícula del suelo forman un espacio virtual que se superpone al espacio físico real del día. El lenguaje en tiempo real de la entidad inteligente del edificio se transmite visualmente al exterior mediante una forma de imagen desconocida a través de una pantalla flexible interna.

Hemos establecido una estructura, pero su lenguaje también evolucionará de diversas maneras debido a la acumulación de información y a los cambios en el entorno; esta evolución es desconocida.

Los usuarios cambian, el entorno cambia, y esta entidad inteligente aprende, se adapta y se expresa en consecuencia.

Espacios Arquitectónicos Principales:

El edificio logra una transparencia total desde los patios hasta los espacios interiores, integrando plenamente la actividad humana e introduciendo perspectivas públicas y conexiones sociales en su interior.

Partes de la planta baja, en las fachadas norte y sur, están diseñadas como espacios abiertos y versátiles para el trabajo y la vida, con el objetivo de estimular la creatividad y el intercambio ecológico entre las industrias relacionadas, e impulsar el desarrollo de la investigación industrial de vanguardia. Esto lo posiciona como el centro de oficinas urbano de la era de la computación: una plataforma integral que integra la divulgación científica, el intercambio y la cocreación en la industria.

En la fachada norte de la planta baja, se integran diversas funciones, como el Teatro de la Computación, oficinas, una cafetería, un comedor informal, espacios de descanso, un centro de conferencias y salas multiusos. Según las necesidades de cada usuario, se puede elegir libremente el espacio de trabajo y el entorno laboral. Entre estas instalaciones, la Sala de Exposiciones de Potencia Computacional está abierta al público y mostrará el progreso histórico del desarrollo humano, desde la era agrícola hasta la llegada de la era de la potencia computacional, impulsada por el avance de la infraestructura y la modernización de las fuentes de energía. En última instancia, mira hacia el futuro: un panorama tecnológico donde la potencia computacional constituye la fuerza productiva.

El Teatro de Potencia Computacional, un espacio multiusos, servirá como sede principal del futuro Foro Jiaoxianqiao, donde tecnologías de vanguardia y profesionales del sector tecnológico intercambiarán ideas y dialogarán, acelerando así el desarrollo de la potencia computacional de IA en China.

Asimismo, el Centro de Comando Empresarial (ECC) del Centro de Datos y un espacio dedicado a la exhibición de chips de fabricación nacional se ubican aquí, permitiendo a los visitantes experimentar de forma más directa los principios operativos y los estándares de equipamiento de las salas de datos de última generación. Las áreas de reunión adyacentes ofrecen espacios para el intercambio de ideas tras la visita a la sala de exposiciones. La zona de café y comedor informal, junto con espacios de oficina flexibles con vistas a la plaza comercial, permiten conversar y dialogar en un entorno natural, fomentando un ambiente de colaboración e intercambio en el sector.

La planta baja del lado sur también alberga diversos tipos de oficinas, sirviendo como centro para la incubación de empresas. Los lados norte y sur están conectados por la plaza comercial, permitiendo que la vegetación inunde el interior y que quienes trabajan aquí disfruten de un entorno abierto y ajardinado.

El personal del ecosistema de IA y de operaciones también ocupará los espacios de oficina verticales en las plantas 2 a 5 del edificio es idóneo para esta nueva industria. El espacio del edificio también busca integrar conceptos de espacio generativo con un laboratorio de mobiliario, explorando espacios de trabajo verdaderamente adecuados para la comunidad de IA.

La característica distintiva de la era inteligente es la constante evolución y el avance

El Centro de Potencia Computacional de la Economía Digital de Beijing no es simplemente un conjunto estático de espacios físicos o equipos de hardware; es más bien una «entidad inteligente» activa, capaz de completar su «metabolismo» de forma autónoma y lograr la autoevolución y el crecimiento.

Ante la creciente y diversa demanda de potencia computacional de la era inteligente, el Centro de Potencia Computacional de la Economía Digital de Beijing, mediante la sinergia integral de potencia computacional, algoritmos y datos, no solo garantiza el suministro de potencia computacional inteligente, sino que también programa su uso según los cambios en la demanda y ajusta de forma inteligente las estrategias en función de las variaciones de carga.

La fachada dinámica se comunica con la ciudad, visualizando la potencia computacional del edificio en tiempo real, intentando por primera vez interpretar los aspectos desconocidos del autodespertar y la evolución iterativa de la IA.

Más que un simple centro de computación, es un parque tecnológico que conecta a la humanidad

La IA hace tiempo que superó la ciencia ficción y ahora es una tecnología universal, accesible y utilizable. En el futuro, todos podrán dominar las habilidades de IA y aprovecharla para generar valor. El Centro de Computación para la Economía Digital de Pekín no es solo un centro de computación; es un parque tecnológico que integra tecnología moderna y humanidades. Además de proporcionar potencia informática, busca fomentar la conciencia pública y conectar el ecosistema industrial, sirviendo de nexo entre la tecnología y la humanidad.

El modelo de evolución de computación inteligente de vanguardia, presente tanto en su arquitectura como en su contenido, aspira a que todos puedan percibirla directamente e incluso comunicarse, interactuar y coexistir con ella.

La IA no puede existir sin los seres humanos. La sinergia entre la IA y los humanos debe ser la razón de ser de su creación y exploración. No queremos quedarnos estancados en debates superficiales sobre el bien y el mal. Más bien, esperamos integrar esta evolución incesante con nuestra existencia física y los modos de vida multicapa —físico,