Shugoin, edificio de viviendas en Japón

El edificio fue construido con el límite mayor de cobertura edilicia, el 80%. En lugar de utilizar el 20% restante como espacio común, la zona está abierta al público como un pasaje a través del cual se conectan los lados norte y sur de la ciudad. Se hacen dos entradas a las viviendas en los lados norte y sur. Cuatro bloques de viviendas se conectan con sólo dos escaleras, con el fin de mantener el horizonte despejado. Al hacer espacialmente las escaleras y balcones en la zona del pasaje, se crea simultáneamente la opción de pasar a través, o un dinamismo para encontrarse con varias personas, involucrando transeúntes, compradores, trabajadores de las tiendas, personas que se van o llegan a las residencias, y los residentes que se quedan en el balcón.

Para las fachadas sur y norte, se utilizan ladrillos calados y ladrillos en hilera, respectivamente. Como resultado, los únicos indicios de que el pasaje continúa hasta la siguiente calle son los agujeros en las paredes protectoras de la privacidad a lo largo de las calles.

Tales ajustes exteriores de relaciones también son eficaces para los interiores. Cada hogar tiene dos tipos de aberturas con diferentes naturalezas: uno mira hacia la calle con ladrillos calados y bandas de aluminio, y otra mira hacia el pasaje con bandas de madera. El primero deja fuera el paisaje urbano caótico, al tiempo que deja entrar las luces en forma de puntos, asemejándose a la luz solar que pasa a través de las hojas. Mientras tanto, en torno al último, se pueden ver paredes de yeso y, más allá, descoloridos ladrillos, juntas rugosas, manijas metálicas plateadas, tubos de cortina, etcétera.

Un edificio que organiza todas las relaciones entre los residentes, usuarios, así como a los transeúntes y coches, por la manipulación de los límites de construcción, se arraigará a la ciudad algún día. Cuando los individuos de alto nivel se reúnen, nace la verdadera publicidad.

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