26.6.2014
Quinta en Los Molinos, en Santa Fe
En un terreno de 30 x 30 metros dentro de un barrio cerrado se nos ha encargado una quinta de fin de semana para una familia de padres y tres hijos.
Con un presupuesto limitado, la estrategia proyectual fue concebirla en dos etapas: en la primera funciona como una casa con piscina para pasar el día y en la segunda, con la adición de los dormitorios, para pasar temporadas completas.
La disposición lineal define un frente cerrado al sur sobre la calle y un frente abierto al norte sobre el parque, que goza de la privacidad que el mismo cuerpo de la casa le otorga, con la cochera-galería como lugar de transición y uso habitual en relación con el asador y el espacio cocina-comedor-estar, enmarcando las visuales hacia un roble prexistente de gran porte al fondo del terreno. Un techo de única pendiente le da continuidad al espacio interior en proyección al exterior y permite evacuar la lluvia del sur y la caída estacional de hojas y flores de los árboles.
Un mismo muro de ladrillo visto diluye la idea de interior-exterior. Las trabas permitirán recibir los muros de la ampliación sobre la huella ya construida y la pintura borrar el acople de ambas etapas. Se trabaja con pocos materiales que por simpleza y contundencia potencian la calidad espacial de la vivienda.