29.6.2010
Museo de la Agricultura, en Culiacán
Uno de los emblemas mundialmente reconocidos de México, y particularmente del Estado de Sinaloa, es su producción agrícola. El Estado de Sinaloa es conocido como el “granero de México”, debido a que es el productor de una gran variedad de alimentos que se distribuyen en todo el país. Sus eficientes campos se han convertido en líderes nacionales en el rendimiento de sus cosechas.
Debido a que la economía sinaloense está sustentada en las actividades agrícolas de la región, es que se busca el reconocimiento y difusión de las mismas, particularmente las del valle de Culiacán, a través de un proyecto que exhiba objetos relacionados con las ramas de la tecnología, la historia de la agricultura y la agronomía, así como las formas de cultivo que dan sustento a la economía sinaloense.
En este sentido, es que se busca que a través de la creación del Museo de la Agricultura se permita que la ciudadanía conozca más acerca de las formas de producción en la localidad, y a la vez que se reconozca tanto a la práctica agrícola como tal, como a quienes hacen posible tan noble actividad.
Intro
Mediante la agricultura el hombre ha colonizado durante siglos el territorio, creando sistemas de regadío y realizando plantaciones según leyes geométricas. Ha desnaturalizado los espacios naturales mediante la plantación de elementos naturales; la distancia a la que se plantan los diversos árboles o plantas depende tanto del tamaño del propio cultivo como de los sistemas de recolección empleados. Cada cultivo produce una textura y un color sobre el territorio.
La agricultura se industrializa, el paisaje se urbaniza.
En nuestra propuesta el fuera es tan importante como el dentro. No hay objetos y una realidad exterior, sino un continuo entre formas que se envuelven y desenvuelven, que se cierran y se abren, que enfocan y sirven de foco. La arquitectura así expandida en la realidad, en el medio, a través del ambiente, es una extensión. El medio en el que aparece es un campo.
Se han presentado 3 estrategias clave para el desarrollo del proyecto:
-Topografías Operativas
-Ecomonumentalidad
-Ecología Activa
Logrando asi que el espectáculo de la naturaleza y el de la ciudad sean ahora comparables.
Topografías operativas
En base al análisis topográfico del sitio se plantea una estrategia de pliegue, corte y movimiento del territorio. Dichos movimientos definen plataformas desarrolladas como escenarios programáticos, mesetas funcionales que exacerban su condición de superficie flexible, ya sea como superficies deslizadas y extendidas [suelos dinámicos], o como superficies extruidas [relieves localizados]. En ambos casos se trata de paisajes manipulados que remiten a la naturaleza vacante de los espacios libres, y en último término, a la propia definición del paisaje como fondo, como escenario y como construcción a un mismo tiempo: paisajes dentro de otros paisajes.
Los suelos corresponden a una voluntad de solapamiento; los relieves a una de enclavamiento.
Dichas topografías conforman en cualquier caso, nuevas geografías sobre el terreno; paisajes minerales y vegetales en los que los movimientos y flujos se articulan en la geografía manipulada y espacio generado
Ecomonumentalidad
Estamos acostumbrados a pensar la arquitectura en función del lugar, entendiendo que en él podríamos encontrar las claves con las cuales abordar el proyecto. Muchas son las formas de anclaje al sitio. Todo el lugar ha pasado de ser entendido como un paisaje, sea natural o artificial, y éste ha dejado de ser ese fondo neutro sobre el que destacan objetos artificiales arquitectónicos, para volverse objeto de interés primario y foco de la atención. Así, modificando el punto de vista, el paisaje pierde su inercia y pasa a ser un objeto de transformaciones posibles, tanto a nivel arquitectónico, de barrio como a nivel urbano.
La arquitectura inicia un proceso de pérdida de definición artificial con un obvio interés por incorporar una condición naturalista, tanto en aspectos compositivos como en los constructivos (se propone el sistema constructivo de muros de tierra apisonada, para acentuar el aprovechamiento de los elementos existentes en el sitio asi como generar estrategias de sustentabilidad y ecotécnicas pasivas), en la búsqueda de una sensibilidad medioambiental y una complejidad formal que responda con precisión a los valores de la sociedad Culiacanense.
El proyecto busca construir una completa redescripción del lugar; proponiendo, ante todo, la invención de una topografía. Así con este doble movimiento, desde la naturaleza al proyecto y del proyecto a la naturaleza, se rescata una condición “ecomonumental”.
Una propuesta arquitectónica caracterizada por:
– Atender tanto a lo que esta entre las cosas como a las cosas en sí mismas: el espacio público [un vestíbulo, una plaza, una terraza] es, por tanto, su objeto principal.
– Constatar la variabilidad, el cambio como constituyente de la arquitectura. Con énfasis en el diseño de los objetos más que en la configuración de programas arquitectónicos definitivos.
– El compromiso entre escalas. El proyecto se determina e influye en multitud de ámbitos más allá de los que se otorgan por razón de mera contigüidad física. Un proyecto con capacidad de traslación, de viaje entre escalas.
– Entender y sentir simultáneamente diversas escalas y ámbitos de percepción y acción.
Actuar sobre lo próximo, lo inmediato, lo táctil, y entender al mismo tiempo muchos otros receptáculos y dimensiones que se modifican con las acciones del usuario, es en conclusión un programa de trabajo flexible para los próximos años.
Ecología activa
A la vieja ecología nostálgica o pseudobucólica (congeladora de paisajes, territorios y entornos) proponemos una ecología audaz; recalificadora por ser reformuladora. Basada no ya en una no-intervención temerosa y meramente defensiva -resistente- sino en una intervención no-impositiva, proyectiva y calificadora -reimpulsora- en sinergia con el medio y, también, con las nuevas tecnologías. No sólo posibilista sino (re)positivadora.
Proponemos:
– Una ecología donde sostenibilidad signifique interacción.
– Donde naturaleza es también artificialidad.
– Donde el paisaje es topografía.
– Donde la energía es información y la tecnología vehículo del desarrollo.
– Donde desarrollo es reciclaje y la evolución es genética.
– Donde el medio es el campo.
– Donde conservar implicará, siempre, intervenir.
La selección de especies vegetales a exponer ha tomado en cuenta su grado de mantenimiento, así como los principales productos agrícolas del estado de Sinaloa y las especies naturales de vegetación propias del lugar. De esta manera obtenemos que el espacio público se convierte en un mismo gesto en museo-parque-espacio público. Presentando el objeto mismo expositivo en tiempo real con sus procesos y características propias de la actividad agrícola, donde el usuario podrá apreciar directamente la manera en que estos se llevan a cabo así como su temporalidad.
La selección de especies, también tuvo en consideración la paleta cromática que estas especies pudieran tener a lo largo del año generando así un “parque vivo” una exposición siempre cambiante y una intervención la cual siempre parecerá dinámica y no una representación estática de los procesos agrícolas.