28.12.2009
Parque Conmemorativo de la Constitución Nacional, Santa Fe, Argentina, 1er premio
El diseñar un memorial para la constitución expresa una doble responsabilidad. En primer lugar, para con el ciudadano, el representado; el diseñar del espacio cívico por excelencia interpretando una tradición cultural y constructiva. En segundo lugar, y estrechamente unida a esta tarea, la necesidad de afirmar el deber profesional, articulando y cimentando valores y significados que, en el caso de la Constitución Nacional, están presentes pero no concurren activamente en el imaginario socio cultural de la ciudad. El desafío, entonces, lo constituye la acción de traer a este tiempo y lugar, el conjunto de estos valores, en un monumento contemporáneo.
Lo simbólico
Memorial:
Apelar a la memoria de un pasado, pero también a la vivencia de un presente y a la proyección de un futuro. El memorial, de esta forma, no es un mero recordatorio de un tiempo pasado, sino, un momento de recreación y reafirmación de los valores compartidos por la sociedad en su conjunto.
Estos valores vienen dados por el carácter ordenador y unificador del texto constitucional, que permite dar lugar al ser nacional, estableciendo su identidad, su sentido de pertenencia y su civilidad. En este sentido, Santa fe es parte fundamental de la historia cívica de la nación, siendo, sede de los tres poderes representativos de la provincia.
Arquitectura:
La forma tradicional, clásica, del monumento es objetual, absolutista y estática. La arquitectura que proponemos intenta, por el contrario, contener, incluir y recorrerse. Como el texto que la inspira, la Constitución Nacional, busca la conformación del conjunto social a través de la escala y las situaciones particulares que propone.
Recorrido:
Creemos que la evocación, la memoria, tiene dos instancias; una individual, de reflexión, y otra de carácter masivo, de reunión. Lo que se buscó a través de esta propuesta arquitectónica fue dar cabida a estos dos tipos de experiencia, conjugando el recorrido y la meditación introspectiva con la convocación masiva. Entendiendo la construcción simbólica de la nación como una representación colectiva y social a través del compromiso individual.
Lo edilicio
La estructura edilicia fue pensada, más allá de la necesidad de contener un programa, como espina dorsal del parque temático. Las diferentes actividades que el edificio ofrece están siempre en relación directa al recorrido del parque, nunca limitadas completamente por su propio recinto. De esta forma la circulación principal del proyecto va articulando el ingreso al predio con las salas de exhibiciones y las diferentes zonas del parque, a la vez que se constituye en mirador de la plaza cívica y del paisaje.
Las áreas temáticas
El parque, por otro lado, se estructura en diferentes áreas temáticas, según el programa lo plantea. Estas áreas fueron pensadas en función de un carácter lúdico, didáctico y simbólico. En este sentido se dispuso un infraestructura básica para el desarrollo de las actividades propuestas (campamento, recreativas, contemplativas, de salud, deportivas, etc.) y espacios libres para el diseño de elementos o soportes artístico simbólicos en relación a los derechos contenidos en la constitución.
El acceso
La primer instancia de este recorrido, es, una vez pasado el acceso de control, es el paseo a través del bosque de eucaliptos, tipas y plátanos. El camino soporte es un pavimento rocoso que intenta simbolizar, en la experiencia del visitante, la instancia de conflictos y guerra civil anteriores a la sanción de la Constitución Nacional. Esta calle desemboca, por debajo del edificio, en el puente de las luces.
El puente de las luces
El segundo hito lo constituye la pasarela que cruza el humedal. Este puente, el camino de las luces, recibe al visitante para conducirlo hacia la plaza conmemorativa, el lugar de la representación cívica. Este paseo lineal, fue pensado como el lugar de la reflexión, el silencio y la meditación individual. El homenaje introspectivo queda enmarcado por la presencia del agua y las luces, metáfora de la vida y el intelecto, mientras la escala del paisaje va descubriendo el espacio de la congregación cívica y la conformación nacional.
La plaza cívica
A medida que uno se acerca al final del recorrido, la perspectiva se focaliza en los tres elementos verticales espejados situados en la gran explanada de la plaza cívica. Estos tres objetos se levantan del solado de la plaza simbolizando los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial). Estos elementos pretenden, en lugar de constituirse en monumentos impuestos, simbolizar la conformación ciudadana como el reflejo del hacer de un pueblo. El material elegido para la simbolización es el acero cromado, un material inalterable, digno y contemporáneo, que creemos permite reflejar y representar al pueblo (el visitante), y éste verse contenido en el objeto.
El paisaje
Agua
El parque propuesto busca reafirmar las condiciones propias del lugar. Explotar las características naturales del paisaje costero, que se define en el ritmo de crecientes y estiaje del Paraná y su significativa flora y fauna en consonancia con la intervención humana.
Es el agua entonces el elemento que define el paisaje y que estructura el proyecto. La huella de implantación, surge de las depresiones propias del lugar y de las proporciones del terreno. En cota segura (17. 50 IGM) se estructuró la propuesta arquitectónica, que interactúa directamente con el sistema hídrico planteado de humedales. De este modo el desarrollo lineal permite generar una relación intensa entre paisaje natural y arquitectura.
Unidades de paisaje
Las diferentes unidades de paisaje propuestas responden a las condiciones preexistentes y a las generadas a partir de la propuesta del humedal, que busca generar nuevos nichos de flora y fauna autóctonos.
De este modo humedal-bañados-ribera-bosque- estepa vienen a configurar los distintos sectores del parque en coincidencias con las sectorización de actividades simbólicas-cívicas-contemplativas-lúdicas recreativas- educativas deportivas.
El parque se presenta de este modo como un dispositivo didáctico no sólo desde lo cultural sino también desde lo sustentable.
Estructuración
Tres tramas superpuestas estructuran el proyecto. La primera, de base, es el sistema natural constituido por las diferentes unidades de paisaje. Sobre esta se implanta la propuesta arquitectónica linealmente que se entrelaza a partir senderos con el sistema secundario de equipamiento sectorizado.
Tecnología
Se pensó en la noción de piel, como si fuera un organismo vivo que por si solo va adaptándose a las situaciones climáticas y regulando las condiciones de confort interior, para la materialización de las envolventes de la propuesta arquitectónica. De este modo las actividades básicas se desarrollan dentro de una piel que se conforma a partir de un módulo básico de hormigón premoldeado que, en su geometría, permite su articulación, en sí mismo y con la estructura del edificio.
La cubierta del mismo recoge el agua de lluvia que es canalizada hacia el humedal, en este se produce una remediación biológica gracias a la vegetación propuesta (especies acuáticas, emergentes, flotantes) que permiten que el fósforo sea sedimentado en el fondo del humedal y se derive en una acequia para conformar el sistema de riego.
La estructura secundaria de apoyo, que ampara las actividades complementarias (campamento-miradores-comedores- información etc.) se materializada en una cubierta vegetal que se subsume en el ambiente.
Asimismo el equipamiento es pliegue del mismo material utilizado en la plaza cívica, un premoldeado de hormigón que deja entra las juntas un espacio suficiente para que diferentes especies de gramíneas crezcan entre los mismos. De este modo se buscó que el solado no fuera agresivo, y que sea un objeto versátil en cuanto al uso.