6.3.2009
Concurso Nacional Pista Nacional de Remo, 1er premio
AGUA TERRITORIAL, NUEVOS SUELOS URBANOS
Si bien el Tigre tiene histórica presencia como referencia en el colectivo urbano a partir de su condición diferencial de territorio con islas, y su oferta inigualable de reserva ambiental paisajística, la realidad es que su vínculo cotidiano con la dinámica de la ciudad permaneció históricamente limitado su producción en relación a la industria del río, y a un intercambio turístico de fin de semana.
El cambio de condición vendrá dado a partir de los años 90, y las operaciones territoriales de aumento de suelo urbano que trae aparejada la política de autopistas, donde se pone como oferta de nuevo suelo «urbano» a todo el anillo de territorio bonaerense con radio de 40km al centro de la ciudad. El acceso mas veloz que implica el sistema de autopistas, genera un nuevo escenario de grandes operaciones sobre tierra de escaso valor hasta entonces, lo que plantea un descontrolado crecimiento regulado básicamente por le mercado, con enorme cantidad de operaciones de generación de nuevos suelos habitables, dentro de la lógica de los nuevos modos de habitar en la naturaleza, que produjeron la construcción de un nuevo modelo de ciudad, fragmentado, elitista, carente de cualquier espacio simbólico que no fuera el de la ilusión de la vida por fuera de la ciudad, en contacto con el verde.
Este tejido de baja densidad y difícil atravesabilidad, fue localizando nuevos habitantes en estos nuevos barrios, en un escenario donde la única preexistencia es la del lote, su alambrado y el control de seguridad privada, que pone de manifiesto por un lado que el nuevo modelo se trata de los que quedan dentro y los que quedan fueran, y que para regular la convivencia de ambas categorías, no alcanza con la seguridad que el estado debiera garantizar.
No existen referencias que organicen y den sentido a estos nuevos paisajes, no hay espacios de fricción o de encuentro social, y estos son asumidos por las estaciones de servicio en las bajadas de ruta primero, y luego por los malls con patio de comidas anexos a estas, como primer operación concreta de caracterización de lo colectivo.
La arquitectura que materializa estas operaciones esta ligada a los escenarios del entretenimiento de grandes cadenas globales, con lo cual acentúan la falta de carácter de estos ámbitos como referentes de una sociedad equilibrada.
La segunda fase del crecimiento vino a completar una necesaria demanda de espacios de trabajo, dado lo complicado de cubrir las enormes distancias al centro de la ciudad con el costo implícito, y los programas de oficinas comenzaron a modificar el paisaje de los bordes de las autopistas, complementado el equipamiento de las periferias que de esa manera, incorporaban el trabajo como uso, además de la vivienda.
A partir de la actividad comercial, comienzan a completarse los equipamientos con programas bancarios y de servicios relacionados, siempre con el auto como única posibilidad de desplazamiento, dada la oferta casi inexistente de transporte publico acorde a las nuevas demandas.
La realidad es que gran parte de estas operaciones, al igual que las nuevas infraestructuras de las autopistas, produjeron un gran impacto sobre el territorio y sus condiciones originales de topografía, napas y drenajes.
La condición radial del crecimiento desde el centro no atiende la condición de perpendicularidad al río de la plata de las cuencas de salida del territorio, alterando su normal equilibrio.
El encarar un proyecto público de estas características, es una buena oportunidad para dejar un registro al respecto.
Dentro del escenario descripto de el fenómeno de crecimiento de la mancha urbana de la década del 90 a partir de la política de autopistas, el municipio de Tigre a partir de un centro urbano de alto valor, y de una gran disponibilidad de tierras bajas vacantes, expande considerablemente su ejido con nuevos barrios de desarrollos privados, que paulatinamente van logrando conectarse al tejido a partir de la creación de rutas de acceso y puentes, la ampliación de viejas trazas, la reubicación de la Terminal del tren, la recalificación de la costa con primero la instalación del tren de la costa y su Terminal, y luego con la puesta en valor de edificios patrimoniales en la costanera tradicional.
La apertura del camino de los remeros ahora, pone en juego una nueva oferta de suelos, en este caso públicos, que por su situación se presentan como una nueva centralidad complementaria, en relación al nuevo tejido descripto, y como una tardía pero indispensable operación de carácter que da referencia y marco de intercambio a los nuevos ocupantes de los barrios enclave,
y fundamentalmente a los viejos moradores de zonas periféricas dentro del partido que a partir de los crecimientos se encuentran hoy en zonas centrales y ven así sensiblemente mejorada su calidad de vida y el valor de sus propiedades.
Se retoma la tradición de los primeros pioneros del Tigre, que a partir de los equipamientos para la práctica de deportes relacionados al río, establecieron los primeros espacios de referencia de la comunidad, primero en el Riachuelo, luego en la margen del Tigre, y ahora mas de 100 años después sobre la derivación del Reconquista, en un nuevo suelo público que por su característica, ya trasciende la localía y se incorpora como un valioso referente metropolitano.
AGUA METROPOLITANA, NUEVAS CENTRALIDADES
Si el delta es la pieza natural que actúa como vinculo metropolitano del partido con la ciudad, la pista nacional de remo y la operación urbana implícita, conforman una nueva centralidad que vincula programaticamente al Tigre con la metrópolis.
El centro histórico del partido, es la consolidación del asentamiento en su vínculo con el delta, y la relación al centro de la ciudad se da en la lógica de la costa.
La nueva centralidad que propone el proyecto, asume un nuevo foco interior, en relación a los nuevos asentamientos sobre el crecimiento continental, y la relación con el centro de la ciudad a diferencia del anterior, se da a través de las vías internas encarnadas con el sistema de autopistas, que acerca e integra al sistema de lo urbano una disponibilidad de suelo publico de carácter estratégico único.
Esta lectura obliga no solo a resolver problemas intrínsecos a las necesarias demandas locales, sino que vuelve indispensable atender esa otra escala, con la oportunidad de captar demandas a escala regional que implican la generación de recursos que vuelvan sostenible la operación urbana y su mantenimiento en el tiempo, y la posibilidad de sumar equipamientos y servicios que impliquen mejoras en la calidad de vida de los partidos del municipio.
Imaginamos el proyecto como una nueva costa interior, un proyecto que retome las lógicas históricas del tigre, de su tradición de ciudad ribereña, que construye sus costumbres y su patrimonio a partir del entendimiento de la condición natural del territorio, con una impronta ineludible del sistema de cuencas, con el agua como elemento de carácter preponderante, que por otra parte le da un aspecto diferencial paisajístico y ambiental dentro de la oferta urbana del metrópolis de buenos aires.
La Costa Interior, es un complejo a escala mayor, que reúne el programa deportivo de la pista nacional de remo y lo potencia con la incorporación de tres áreas programáticas (los programas cívicos) bien definidas, de gestión mixta en operaciones de oferta de suelo para explotación privada, junto a un sistema de parque publico, que tiene como eje en su estructura la puesta de manifiesto de la naturaleza original del sitio.
Puede desarrollarse en etapas, a partir de la cesión de tales fracciones en concesión, según el loteo que establece el proyecto, operación que permite llevar a cabo las instancias publicas de parque y equipamiento.
La operación completa conforma un ámbito de alto valor cívico, comercial y ambiental, pudiendo volverse un nuevo centro de referencia, dada su diversidad programática, sus fáciles accesos y conectividad, y sus condicionantes ambientales y paisajísticas.
AGUA MUNICIPAL, LOS PROGRAMAS CIVICOS – LOS EDIFICIOS
El área programática comprende tres sectores de gestiones independientes entre si, en operaciones de captación de capitales y explotación privada si el estado no pudiera asumir tales inversiones:
Tigre Arena
FRACCION 1, SUPERFICIE 20.000M2
SUPERFICIE A CONSTRUIR 16.000M2 – FOS 0.3
Un complejo cubierto con capacidad para 12000 espectadores, un programa de alta necesidad, que viene a completar la escasa oferta existente de este tipo de equipamientos para la metrópolis:
Imaginamos para el Arena, cantidad diversa de configuraciones y formatos:
Deportivas:
-Liga nacional de voley y básquet. (tigre podría tener equipo en la liga)
-Boxeo
-Circuito de tenis indoor
-Exhibiciones varias
Eventos:
-Convenciones
-Ferias (incluye la posibilidad de ferias al aire libre en la explanada al humedal)
-Ceremonias de entrega de premios deportivos
-Presentaciones de equipos nacionales
-Recitales
-Encuentro políticos
-Encuentros religiosos
El Tigre Arena se ubica como pieza estructurante y significativa del proyecto, y remata el eje del parque del humedal, expandiendo sobre este a partir de una enorme planchada a modo de las bajadas de botes de los clubes de remo lo hacen sobre el río, creando una gran explanada como escena publica exterior.
Por sus dimensiones y ubicación, lo imaginamos como una nueva referencia a escala, y con un intenso uso dada su situación estrategica privilegiada.
Centro cívico
FRACCION 2, SUPERFICIE 30.000M2
SUPERFICIE A CONSTRUIR 12.000M2 – FOS 0.4
Un complejo de, recreación (cine, teatro) y gastronomía y equipamiento de servicios, como apoyo de lo mencionado y como centro de referencia cotidiano para la demanda de los barrios aledaños.
Área de Hotelería
FRACCION 3, SUPERFICIE 30.000M2
SUPERFICIE A CONSTRUIR 12.000M2 – FOS 0.4
Con capacidad para resolver la demanda implícita en el funcionamiento del Tigre Arena y de la Pista Nacional, con sus respectivos calendarios de actividades.
En términos de explotación turística, probablemente el hotel contemple diversas formas de uso a modo de absorber las diferentes demandas, de regimenes diferentes (verano turístico, eventual en relación a las competencias o los congresos)
Cuenta también con programas de oficinas y espacios de trabajo.
Los programas, comprenden 40.000m2 enunciados en las bases del concurso, y representan un 35% de la operación.
El 65% restante comprende un parque estructurado en dos sectores de características bien diferenciadas y complementarias que se suman a la tradición de agua pública del municipio.
AGUA PÚBLICA, LOS PARQUES: EL AGUA COMO ESPACIO PÚBLICO
Así como la definición de los programas direcciona al proyecto a una reflexión que lo conecta con la externalidad al sitio y con la posible gestión privada de módulos del desarrollo, los parques se resuelven a partir de los elementos mas autóctonos del territorio, y expresan la condición de ámbito publico, con el agua como eje de la reflexión.
Se estructura en dos sectores bien diferentes conectados entre si, que interpretan las tradiciones centenarias con las que los habitantes del partido han construido su relación con el agua:
Parque del Humedal
un parque interior que pone de manifiesto el carácter del sitio, con programas y estructura de un parque de agua, con especies autóctonas, en un territorio inundable situado por debajo del igm 4 de inundación, y que el proyecto potencia al ponerlo de manifiesto.
No se intenta modificar la estructura del suelo rellenándolo, sino que por el contrario, se le devuelve su condición natural de bajo, y eso es el dato a partir del cual se construye el ámbito, y se lo vuelve distintivo en su carácter.
Un parque dinámico, que se modifica con la lógica del agua, que se mueve, que incuba vida y que propone una experiencia sensorial a partir de las diversas situaciones de recorrido:
Una pasarela de maderas atraviesa un ámbito interior, rodeado de acuáticas y palustres, conectando programas que generan una variedad de ambientes, cada uno con tipos particulares de vegetales, que van cambiando a lo largo del tiempo:
El pabellón del agua, un museo público con todas las referencias a la cultura del río,
-las plazas flotantes de aromáticas, lugares de descanso y contemplación caracterizados a partir de los aromas de distintas especies,
-el observatorio, un espacio de observación de especies y del cielo nocturno,
-los nidos de mimbres, ámbitos de sombras a modo de grandes glorietas, que reinterpretan su arquitectura a partir de grandes umbráculos tejidos en mimbre.
Al parque se accede por la rotonda del centro de entrenamientos, y el recorrido remata en el Tigre Arena, en un paseo que permite apreciar una enorme variedad de especies de vegetación acuática, flotante y sumergida, compuesta de camalotes, espadañas, pajas bravas y totoras, entre otras.
Los bordes, colonizados por juncos, se conforman de las diversas especies de autóctonos, árboles de madera blanda y rápido crecimiento como el sauce el timbo y el ceibo, y en algunos sectores se forman colonias de palmera pindo, como puntos más altos y diferenciales de la mata selvática que caracteriza los bordes.
Parque lineal Alberto Demidi
Una franja lateral a la pista de remo, que continua la tradición de borde del río como la existente a la vera del río Tigre en el centro histórico, y que de esa manera extiende una forma que tradicionalmente asume la gente de apropiarse de las costas interiores: un mantel, una sombra, un picnic y la noción de sentimiento oceánico que nos pone en contacto con la experiencia de sentirse parte de colectivo mayor.
Ambos sectores se vinculan a través de diversas conexiones y se complementan en dos sectores que ponen de manifiesto las dos maneras con las que el municipio se vincula con el río tradicionalmente: desde una forma racional, con actividades productivas (deporte, comercio) y de una manera natural y sensible, con el medio soporte como una cultura diferencial que expresa un carácter único en el área metropolitana.
Por ultimo, si bien las bases son explicitas respecto al área de intervención, entendemos que sería valioso para la estructura del conjunto, que la lógica de parque lineal de borde pudiera llevarse a la otra margen, poniendo la pista de remo en el centro del ámbito, y usando ambas márgenes como territorio de la intervención y escena urbana.
Algunos dibujos expresan esa idea, a partir de sutiles tratamiento de ambos bordes dentro de una misma operación, que incluye la construcción de un segundo cruce peatonal en la largada de la pista.
IDEAS Y EDIFICIOS, EL ESPACIO PUBLICO COMO SOPORTE DEL AMBITO PRIVADO
La puesta en marcha de la pista nacional de remo es una buena excusa para la construcción de un nuevo paisaje publico; entendiendo el paisaje público no como una noción contemplativa, sino como la escena del intercambio colectivo, con las infraestructuras y equipamientos que el crecimiento del tejido requiere, entendiendo a estos no como piezas del campo de la ingeniería, sino como componentes de ese paisaje.
Para ello es indispensable retomar las dinámicas del suelo y las características ambientales como punto de partida, y establecer las lógicas proyectuales a partir de eso.
El parque del humedal, mas allá de poner de manifiesto la condición natural de área inundable, y volverlo un elemento educativo como programa del propio del parque a la manera de los parques sarmientinos, funciona como colector del drenaje natural de las aguas de lluvia, pudiendo actuar como regulador en caso de que hiciera falta, incorporando la tecnología implícita como parte del parque.
Por otro lado, el movimiento de tierra necesario para reforzar las condiciones del humedal, se utiliza en la nivelación de las fracciones que reciben los programas cívicos, de modo de alcanzar el IGM 4 de no inundación.
Estas operaciones sobre el territorio determinan las etapas de gestión del proyecto, ya que la venta de cada una de las fracciones destinadas a los programas, permiten la operación de construcción de conectividades y áreas públicas (calles, senderos, puentes, parques, equipamientos y forestación).
Lo interesante de esta iniciativa es que vuelve a poner al estado no solo en el lugar de regulador o constructor de las calles y conexiones entre proyectos de desarrolladores privados, sino que pasa a ser constructor de sentido , al establecer los criterios sobre la cosa publica, delineando y materializando los ámbitos de encuentro significativos, los espacios de reunión, y de esa manera se asegura que cualquier operación privado, cualquiera sea su calidad , queda sostenida por el valor de lo colectivo.
Por otra parte es la escena de lo público (los parques, los programas públicos, los programas privados de libre acceso) lo que garantiza condiciones básicas indispensables de intercambio, e igualdad de oportunidades.