28.2.2007
Urbanismo a la carta
XV Bienal de Arquitectura de Quito
Concurso Internacional Galápagos-franja 0:
Urbanismo y arquitecturas sostenibles
Primer premio categoría estudiantes
Diseño urbano y paisajístico
Matías Rovira
César Merlonghi
María Belén Moyano
Julieta Velásquez
Este final de siglo ha dejado flotando en el aire la inquietante pregunta sobre el porvenir de la arquitectura. La indeterminación e incertidumbre ha dado lugar al nacimiento de una disciplina más libre que ya no se limita a situaciones simplificadas o idealizadas sino que se ha instalado frente a la complejidad del mundo real; una arquitectura que nos permite expresar la creatividad humana como uno de los rasgos fundamentales y singulares de la naturaleza.
Frente a esta situación la propuesta plantea una estructura inesperada donde la única ley de formación es la relación en constante transformación entre lo que existe y lo que quiere existir.
La propuesta explora el carácter que debe tener un asentamiento urbano en un paisaje tan preservado como el que actualmente existe en Puerto Baquerizo Moreno. Conservar la presencia del paisaje implica tratar de pensar en un modelo de asentamiento que muestre la memoria histórica natural del sitio.
La definición de la propuesta trata de establecer unas reglas de juego que permitan que en realidad no sea importante la posición exacta de las cosas, ni siquiera las tipologías arquitectónicas empleadas: estas pueden variar radicalmente, o irse ajustando con el tiempo, sin que por ello cambie el carácter de la actuación. Por el contrario la actuación quedaría enriquecida sin duda con la variedad. Solo los conceptos deberían permanecer, ya que lo atractivo de la arquitectura es la capacidad que tiene una idea -cuando esta vinculada a conceptos y no a formas- de adquirir diversas formalizaciones. Un pensamiento urbanístico, o arquitectónico es, ante todo, el modo en que viene expresado.
Así se propone una serie de bloques genéricos que tratan de combinar los espacios exteriores con los espacios interiores ?urbanos? donde tiene lugar la sociabilidad propia del hombre. Un sistema que ofrece una serie de leyes que le permiten crecer amoldándose a las circunstancias y que, por lo tanto, posee gran flexibilidad, pero que a la vez se estructura de un modo ordenado y eficaz. Esta libertad de acción hace más difícil, pero también más noble, el trabajo de dibujar el lugar donde el habitar, el ocio, y el trabajo, la ciudad y la naturaleza desdibujan sus fronteras.
En síntesis, la propuesta nace del pensar la dinámica de la ciudad de Puerto Baquerizo Moreno como un fluido que desciende por el territorio, similar al de la lava del volcán, y se va adaptando a la topografía del lugar, dejando rastros, ?bolsas?, que luego formarán parte de ciertos usos y actividades de gran necesidad para la ciudad.
A partir de estas líneas de fluidos se definen vías de circulación que conectan la ciudad longitudinalmente. A su vez, éstas vías definen zonas de diferentes usos de suelo, con diferentes grados de ocupación del mismo, que va disminuyendo a medida que se acerca a los límites de la ciudad, de modo de lograr una transición, un fuelle, con el Parque Nacional Galápagos.
Por otro lado, al tener la ciudad una pendiente descendiente hacia el mar, se pensó en atravesar la ciudad con una vía vehicular, que sigue la lógica de ascenso a una montaña, ladera, o bien un terreno con pendiente. Esta vía no solo sirve para atravesar la ciudad, sino que la conecta en todos los sentidos y le otorga una dinámica especial.
Vivienda a la carta
La multiplicidad de posibilidades, caracteres y gustos del individuo contemporáneo, hacen de sus viviendas un lugar variable y heterogéneo. Desde esta perspectiva nuestra propuesta parte de la idea de crear una serie de módulos ?patrones? dando vida a un bloque urbano ?genérico? que descargue a la arquitectura de su función organizativa regidora para pasar a un plano de soporte para la representación de posibilidades vitales , de maneras de vivir. De este modo, se pretende la máxima absorción de la mencionada multiplicidad cultural con el máximo número de usos asimilables. Un programa de usos flexible y multirrepresentable con un entorno acorde a su complejidad y mixtificación dentro de las estructuras urbanas. Este bloque urbano ?genérico? con códigos ordenados será mutado en múltiples situaciones de acuerdo a las condiciones existentes.
Mediante un cálculo de superficies, alturas, ocupaciones, y la superposición de usos en planta, aparece la construcción del volumen genérico. Este volumen se transforma mediante las condiciones de entorno, que se introducen como valores de instalación de dicha construcción en la realidad del paisaje construido.
Los materiales del lugar serán localizados en las fachadas como respuesta a condiciones de orientación, clima y sustentabilidad.
La propuesta arquitectónica se vincula directamente con la propuesta urbana, ya que se pensaron como una totalidad, que se retroalimentan constantemente, de modo que al modificarse alguna variable de la propuesta urbana, se modifica instantáneamente la propuesta arquitectónica, y viceversa.
Los módulos de las viviendas son genéricos, definen actividades, usos, y no dimensiones, ni formas, de manera que se pueden combinar entre ellos obteniendo así, infinitas posibilidades de viviendas sustentables.
A su vez, estos módulos definen una trama urbana y las dimensiones de los lotes y de los anchos que separan las vías de comunicación verticales. Una trama urbana poco ortodoxa por su condición de irregularidad.
Lo sustentable, importante para el concurso según sus bases, se pensó de manera mixta, sin dejar afuera ninguna opción que aportara soluciones a resolver la problemática. De este modo se definió un sistema de cubiertas verdes que no solo eran optimas térmicamente para el clima de Galápagos sino que además reducían la contaminación, acumulaban agua de lluvia, y le otorgaba un espacio mas de cultivo a la población agricultura. Un sistema de reciclado de agua, un sistema de reciclado de desechos orgánicos para la producción de biogás y la utilización de materiales autóctonos y reciclables cierran el panorama de lo sustentable.