7.5.2010
Pabellón de España, Exposición Universal de Shanghai 2010
El Pabellón de España para la Exposición Universal de Shanghai de 2010 pretende ser un reflejo del clima de España y, a su vez, recuperar una parte de la extraordinaria artesanía del mimbre para, desde ahí, poder reinventarla como una nueva técnica constructiva.
Si en la última Exposición Universal de Aichi el pabellón de España exhibía la fantasía colorista de la artesanía española de la cerámica, éste de Shanghai pretende jugar con la increíble potencialidad que nos brinda la técnica del mimbre. El mimbre además, introducía un factor ecológico y sostenible que está presente en todo el edificio.
Las técnicas de la cestería, del trabajo manual con fibras vegetales, son una tradición «global» que comparten todas las culturas y todos los tiempos. Aunque cuenta con variaciones específicas según las zonas, se utiliza casi de la misma forma en Oriente y en Occidente; en este sentido, la elección del material del pabellón sirve para tender un puente entre dos culturas, la española (visitante) y la china (anfitriona).
La cualidad semitransparente de los tejidos de fibras vegetales se aprovecha para crear unos patios que, como sucede con los cestos de mimbre, crean una increíble atmosfera de luz que tiene mucho que ver con las transparencias veladas de ciertos elementos de la arquitectura hispanoárabe -dejar ver a medias, ver sin ser visto, juegos cambiantes de sombras y luces, etc.-, pero sin caer en interpretaciones directas del cliché. La fuerte luz del exterior entra en el interior tamizada por las mallas espaciales superpuestas de acero y mimbre.
De los patios del pabellón, el más grande se abre al exterior para acoger y atraer al interior al público de la exposición. Esta plaza es a la ciudad lo que el patio lo es a la casa: un lugar de respiro, de relax y de fiesta; la plaza será, pues, un espacio público de relación. El resto de patios se mantienen en el ambiguo territorio entre lo interior y lo exterior, donde el visitante del pabellón se mueve constantemente por entre estos grandes cestos-plazas-patios, en un dentro y fuera a la vez. El pabellón huye pues de la caja contenedor de un único espacio, definiéndose entre varios espacios híbridos que permiten un tránsito fácil y fluido.