29.3.2010

Oficinas Mestre Nicolau en Barcelona

El proyecto consiste en transformar un edificio administrativo entre medianeras, con graves problemas estructurales, en un edificio de oficinas. El trabajo presenta dos componentes básicos: por una parte el ejercicio de obtener, a partir de una preexistencia muy condicionante, el nivel de flexibilidad y de servicios que demanda esta tipología. Por otro lado, una nueva fachada debía permitir su identificación como moderno edificio corporativo.

Se decidió utilizar el color como instrumento de integración en un entorno consolidado de edificios de viviendas de clase alta.
El tratamiento de las dos fachadas sitúa a cada una en extremos opuestos de la imagen pública del edificio. La asignación presupuestaria asignada por la propiedad a cada fachada era diametralmente distinta.

En la fachada a Mestre Nicolau, lamas de vidrio transparente coloreado forman un plano que flota sin límites precisos frente al cerramiento. El conjunto se dispone de forma gradual en dos aspectos: en horizontal el color, que varía de amarillo a anaranjado tomando prestado de los tonos de los toldos de los balcones y terrazas burguesas que lo rodean y, en vertical, la densidad de las lamas que, atendiendo a la radiación solar dependiente de la orientación y lo estrecho de la calle, hacen más necesaria la protección en las plantas superiores que en las inferiores.

En la fachada interior, se aprovecha parte del muro de cerramiento existente. Se proyectó un sencillo paramento blanco con huecos apaisados, regularmente dispuestos. Cada hueco está recercado por una gruesa chapa de acero, a modo de embocadura perimetral, que sobresale del plano de fachada y que se pinta en distintos colores con una gradación similar a la de la fachada principal.

Gracias a la supresión de un cuerpo saliente en la fachada interior, se pudo colocar el nuevo núcleo de accesos en el espacio central que ocupaba un patio de luces junto a la medianera derecha. Esto ha permitido la distribución de las plantas en dos áreas principales de despachos, dando a la C. Mestre Nicolau y al patio de manzana respectivamente y una zona central destinada a oficina abierta. La planta baja se sitúa a nivel de calle y alberga los accesos a las oficinas, la rampa para el acceso al aparcamiento y un local comercial que ocupa el resto del espacio disponible. La estructura se reforzó con fibra de carbono, y sufrió algunos cambios en la posición de los pilares existentes en planta sótano y baja para poder adecuar la distribución existente a las nuevas condiciones de uso.

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Se ha construido nuevamente el forjado de planta baja para dejarlo a nivel con la cota de calle y elevado el forjado de planta sótano para obtener un menor desarrollo de la rampa de acceso al aparcamiento.
El color se ha utilizado en combinación con un grafismo muy marcado como un recurso eficaz de conferir unidad y diferenciación en un edificio reconocible que albergará a empresas diferentes.
En el vestíbulo y las escaleras se utiliza de manera intensiva un terrazo negro que se aplica con continuidad y acuerdos cerrados en pavimentos y paramentos verticales que a veces se inclinan y conforman ranuras de luz o el mostrador de conserjería.

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