Madalena

El cementerio fue trasladado posteriormente a las afueras y en su lugar se construyó la ermita de la Magdalena que hoy conocemos.

Situado en pleno centro de Durango, el crecimiento de la trama urbana ha convertido este espacio en un importante nodo de tránsito peatonal, albergando la estación municipal de autobuses y las oficinas de la seguridad social, entre otros.

Alrededor de la ermita se sitúan 8 grandes tilos centenarios que definen el carácter del espacio público, generando una gran pérgola verde en la zona posterior del equipamiento religioso. De forma triangular, la plaza se abre en dirección sur-norte, con la mayor parte del espacio libre en la zona norte, orientada hacia el ábside de la ermita. Dos viales discurren al oeste y al norte, y en el lado este se sitúa un edificio de viviendas.

Décadas de abandono y la implantación sistemática de elementos urbanos auxiliares como aseos públicos, taquillas de autobús… habían convertido el espacio público en una zona de tránsito, relegando la zona de estar a un espacio residual degradado.

La intervención pretende recuperar la referencialidad de la ermita y reactivar el espacio público a través de 6 puntos:

1- EVACUACIÓN

Para garantizar la visión de la plaza y optimizar el espacio público se han eliminado o modificado todas las barreras visuales y físicas como los aseos públicos, la marquesina de autobús y su parada, parterres, etc.

2- REINICIO

Se genera un lienzo en blanco alrededor de la ermita y los tilos para reiniciar el funcionamiento defectuoso de la antigua plaza. Se pretende borrar para reconfigurar el espacio (y a su vez al usuario) centrándose en el potencial real de la plaza.

3- OCUPAR

Se reocupa el espacio tomando el ábside de la capilla como eje central de la parcela. Con un único gesto se extiende desde el ábside una retícula circular que organiza y jerarquiza todo el espacio. Por un lado, se resalta la zona posterior de la ermita, desde la que se crea una zona de escenario/graderío concéntrico que se asoma al entorno perimetral.

Por otro lado, la accesibilidad se resuelve mediante esta retícula circular, integrando en una única franja todos los desniveles que se producen en sentido sur-norte. El círculo exterior concéntrico con el ábside abraza los tilos centenarios, delimitando la zona de tránsito y la zona de descanso mediante un cambio de pavimento.

4- ENFATIZAR

Se pone énfasis en la centralidad y referencialidad de la capilla mediante el alumbrado urbano, que se suspende radialmente del ábside. De esta manera, se libera la zona central de la plaza de obstáculos arquitectónicos y se amplía la superficie útil de la plaza al perímetro del área de actuación.

5- DES-OCUPAR

Se vacía/desocupa la nueva parcela circular en torno a los tilos centenarios y hitos existentes en la plaza. Los alcorques se han adaptado a la altura de las raíces de los tilos, habiéndose diseñado como elemento de mobiliario urbano a la vez que de apoyo para el arbolado.

El vaciado de la parcela genera zonas de relación más íntimas dentro de la intervención general y repercute en la importancia del arbolado así como de la fuente y del monolito existente.

6- ACOMPAÑAMIENTO

Los elementos de mobiliario acompañan la idea principal de la intervención. Todos los elementos de mobiliario urbano se han diseñado y colocado de forma concéntrica respecto al ábside de la capilla.

La nueva fuente y el monolito existente se sitúan estratégicamente dentro del círculo exterior para convertirse en dos puntos de referencia dentro de la intervención. El pavimento es de mármol palladiano Macael trabajado pieza a pieza. El mobiliario se ha montado con chapa de acero galvanizado cortada a láser de 10 mm y lamas de madera de roble de 4 x 6 cm.

Leé la nota original en inglés > https://arqa.com/en/architecture/madalena.html