20.1.2021
Los Tres Bosques del Suroeste
Se trata de un proyecto de estrategia urbana y medio ambiente realizado por los estudios de arquitectura Álvaro Planchuelo, MMX y CALCO, además de un gran equipo multidisciplinar de paisajistas, hidrólogos, ingenieros agroambientales, forestales y civiles. El proyecto ha quedado como segundo clasificado para el Lote 5 del concurso Bosque Metropolitano de Madrid, un ambicioso proyecto que pretende generar una infrastructura verde de 75km en torno a toda la ciudad de Madrid.
El lote 5 es el único componente del anillo Metropolitano que confronta la masa urbana de Madrid Central con una sucesión de ciudades periféricas. Este hecho provoca que la condición del paisaje a uno y otro lado no pueda ni deba ser la misma.
Por lo tanto, el proyecto parte de imaginar un bosque dentro de este complejo sistema metropolitano. Un espacio sostenible y verde que contribuya a la recuperación ecológica de Madrid, reinventando las dinámicas urbanas de centro y periferia.
En base a la diversidad, complejidad y diferencia de los paisajes que abarca el área, el planteamiento no contempla un único bosque genérico. Por el contrario, se identifican las diversas condiciones y potenciales de vegetación, condiciones hídricas y composición de suelos para generar un mosaico de tres bosques articulados entre sí, que evolucionan orgánicamente desde un entorno pensado por y para personas a otro plenamente natural.
Además, para garantizar la continuidad ecológica de los hábitats entre los ríos Manzanares y Guadarrama se proyectan tres grandes eco-conectores que funcionan como pasos de fauna, flora y peatones.
El bosque Periférico, muy poco antropizado, abraza los límites urbanos de Leganés, Alcorcón y Pozuelo a partir de paisajes forestales restaurados. Un paisaje autóctono y autosuficiente ligado a la explotación del pino piñonero, las rutas ecuestres y la trashumancia tradicional.
Por una parte, esto permite acercar todos los beneficios que produce tal ecosistema a las ciudades periféricas y adicionalmente, refuerza y formaliza los bordes urbanos, acogiendo y conectando los innumerables espacios
residuales presentes en los perímetros de las zonas construidas. Un territorio hasta ahora fragmentado se convierte en ciudades más accesibles, más definidas y con mayor calidad ambiental.
El bosque Urbano, pretende consolidar y aportar actividad en el perímetro de Madrid con un paisaje de jardines, viveros y frutales.
Este paisaje domesticado actúa como filtro protector de las zonas más naturales y ofrece conexiones con las redes locales de comercio y actividad social.
Además, supone una oportunidad para hacer del paisaje un medio de gestión, producción y sustento comunitario, incorporando barreras acústicas, medios de captación de agua y generación de energía renovable.
El bosque Ribera potencia y recupera los importantes ecosistemas fluviales del Butarque y Meaques, conectando diferentes destinos deportivos, y culturales. Un hábitat esencial para multitud de especies autóctonas casi desaparecidas que volverán a llenar de vida natural nuestra capital.