13.9.2022
Jardín Santo Domingo
La propuesta nace de transformar el espacio disponible dejando atrás la estructura de lógicas pasadas de enseñanza, para expandir y abrirse paso a nuevas formas de aprendizaje en las que el espacio cumple un rol posibilitante. Pensamos en un contenedor fluido y flexible que envuelve cuatro dinámicas de aprendizaje: la vida, la fogata, la cueva y el pozo de agua.
Para lograr este gran espacio integrado y dinámico se abrieron todos los muros que separaban las aulas preexistentes y se reemplazaron por cortinas que permiten mayor flexibilidad, aíslan acústicamente y son agradables al tacto y a la vista. Se reubicaron los servicios sanitarios y se unificaron los desniveles que dificultaban la circulación fluida en el espacio. Se colocó un solado para integrar todo el ambiente con dos tonos de maderas que ondulan y juegan entre sí. Además se unificó el cielorraso utilizando el color, la iluminación y paneles acústicos como recurso.
La estética interior de la propuesta toma elementos de la naturaleza que hacen referencia a la última metáfora, la vida. Un gran árbol de madera, una línea que se curva haciendo una analogía de un horizonte montañoso, el cielo celeste y nubes a lo largo de todo el jardín. Estos elementos otorgan calidez y al mismo tiempo juegan un rol de aproximadores a la escala de lxs niñxs con texturas, formas y colores accesibles al tacto y a la vista.