19.7.2024
Instituto Dan Beninson – UNSAM
El edificio para Ingeniería en Aplicaciones Nucleares del Instituto Dan Beninson (IDB) se encuentra localizado en el predio del Centro Atómico Ezeiza, en un sector destinado a las actividades académicas.
Está estratégicamente alineado con la ruta de acceso al complejo, lo que facilita su visibilidad y accesibilidad. Su principal objetivo es formar recursos humanos altamente especializados en el campo nuclear, específicamente para la carrera de Ingeniería en Aplicaciones Nucleares.
Ubicado en un entorno verde y rodeado de naturaleza, el proyecto se resuelve en dos plantas, la superior definida como un volumen elevado sintético de 49m x 25m de lado, liberando la planta baja con una superficie de ocupación menor con un diseño transparente y permeable. La «caja elevada» aloja los usos académicos y de laboratorio, proporcionando un entorno dedicado y especializado para actividades de investigación y aprendizaje avanzado.
En el nivel del acceso, se encuentran las áreas destinadas al uso público y administrativo. El Auditorio, concebido como un espacio central para eventos y presentaciones, actúa como un punto focal para la comunidad académica y externa. El Bar-Comedor ofrece un lugar para la socialización, fomentando la interacción entre estudiantes, profesores e investigadores, creando un entorno dinámico y estimulante para la comunidad académica y científica.
La transparencia de la planta baja también simboliza la apertura del Instituto hacia la comunidad y el exterior, promoviendo la interacción y el intercambio de ideas entre los diferentes actores involucrados en las actividades del Instituto, así como también lograr una integración armoniosa con el paisaje circundante de árboles y áreas verdes exteriores.
La conexión principal entre niveles se proyecta con una escalera lineal central, favoreciendo la continuidad y fluidez en el movimiento vertical y aportando a la interacción entre las diversas áreas del edificio.
El diseño de las áreas de trabajo en la Planta Alta se caracteriza por un enfoque funcional que maximiza el espacio disponible y garantiza condiciones adecuadas para cada actividad específica. Estas áreas se configuran en un volumen rectangular, con ventanas estratégicamente ubicadas para satisfacer las necesidades de cada espacio.
En el caso de los laboratorios, se han diseñado ventanas lineales y reducidas para maximizar el espacio de trabajo disponible en el interior. Esta disposición permite que la mayor parte de las divisiones estén disponibles para equipos y bancos de trabajo, maximizando así el área utilizada para actividades de investigación y experimentación.
Por otro lado, en la biblioteca y las aulas, se han previsto ventanas de mayor amplitud con protección solar, adaptadas según la orientación del edificio. Esta elección busca proporcionar un ambiente bien iluminado para la lectura, el estudio y la enseñanza, al tiempo que se controla la entrada de luz solar directa para evitar el sobrecalentamiento y el deslumbramiento.
La incorporación de lucarnas en la cubierta del edificio permiten que la luz natural entre en el interior del edificio, lo que reduce la necesidad de iluminación artificial durante el día. Además, proporcionan una ventilación natural, permitiendo que el aire fresco circule por el espacio y disminuyendo así la dependencia de sistemas de refrigeración mecánicos.
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