17.4.2020

Estación de Tren de Xi’An

Xi’An, como el final de la antigua Ruta de la Seda, está ganando una nueva centralidad en el futuro de China. Las conexiones no son solo físicas: la nueva estación de tren puede ser el enlace entre Oriente y Occidente, el desarrollo futuro basado en sus antecedentes históricos.

Un anillo es la forma simbólica ideal para vincular los diversos sistemas involucrados en el proyecto. Es un símbolo de unión, conexión, así como un enfoque totalmente abierto del mundo, la ciudad antigua y la futura.

En una cultura como la china, donde es particularmente evidente y fuerte el concepto de dualismo, entre la tierra y el cielo, así como la luz y la oscuridad, mortal e inmortal, yin y yang, esta no podría ser la clave de nuestro proyecto. El vínculo inquebrantable entre estos elementos ha sido nuestra inspiración: ¿por qué no podemos hacer que esta reunión sea más palpable, con un edificio diseñado para vincularse?

Queríamos hacer este diálogo continuo más físico, material. Así, el nivel más profundo, bajo tierra, muestra sus partes ocultas y dialoga con el cielo. Al mismo tiempo, el cielo se dobla hacia la tierra, y el hombre en el medio permite que se produzca el encuentro entre ellos. A medida que el cielo es atraído por la tierra y genera una inflexión en el suelo, una parte de la tierra se separa del suelo tratando de alcanzarlo. Esta poderosa reunión genera un techo verde que se refiere al horizonte de la montaña que va desde la ciudad de Xi’An hasta la provincia cercana de Sichuan, creando una hermosa sucesión de picos y valles que permite a los visitantes acercarse al edificio en diferentes niveles y caminar a través de todo el perímetro en un parque alto que se extiende sobre los ferrocarriles, conectando las dos partes del área.

Cuando la tierra se eleva, muestra las raíces de la antigua China: aquí, en el paso del tiempo, entre el pasado y el futuro, el hombre tiene su lugar.

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En el centro del anillo, un gran jardín redondo: este jardín se abre hacia el cielo y tiene como objetivo crear una nueva biodiversidad, une boule de nature, un hogar verde. Cada pasajero, acercándose a la nueva estación de tren Xi’An, será empujado a un gran bosque para que los árboles, las plantas y el agua sean los primeros elementos que los visitantes verán desde el tren. El jardín da la oportunidad de experimentar un jardín chino moderno, rodeado por el sinuoso camino del techo, una montaña, un elemento tangible que se eleva desde la tierra para alcanzar el cielo, permitiendo que los hombres hagan lo mismo.

De la tríada «Tierra-Hombre-Cielo» viene un edificio abierto donde millones de caminos se cruzarán, millones de viajes comenzarán y terminarán.

Leé la nota original en inglés > https://arqa.com/en/architecture/xian-train-station.html

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