22.2.2016
Editor Dorrego
Frente al pedido de diseñar una tienda departamental lo primero en lo que pensamos fue en el recorrido que hace el cliente. Qué ve, cómo se siente, qué distancia camina, qué paisaje lo rodea. Qué elementos hacen que la experiencia sea divertida, no repetitiva, atrayente.
Dado las dimensiones del galpón, nuestra intervención funciona como un paisaje interior, haciendo que la circulación dentro de un edificio de 70m. de largo, con un primer piso y un subsuelo, sea fluida y sin perder la sorpresa.
Repensando el objeto-escalera y cargándolo de funciones se generó un sistema de tarimas rodeadas de vegetación que funcionan como acceso al primer piso, generando espacios de exhibición de producto, alojando un café por debajo, un depósito, y una serie de estanterías y bancos en su recorrido.
La fachada se trabajó como una piel metálica y continua, que envuelve la construcción existente y mediante un pliegue genera el acceso y la vidriera.
Cada tipo de producto exigió la creación de un tipo de equipamiento específico que responde no solo a la mejor manera de exhibición del mismo, sino a colaborar en la composición general de un paseo diverso y heterogéneo. Para ésto, generamos un catálogo extenso de displays (estanterías,walk-ins, mesas, cubos, tarimas, percheros sueltos, probadores, cajas) y con variadas materialidades (madera, hierro, chapa, osb, laqueados, vidrio).
Los sectores de la planta se articulan a través de esta serie de equipamientos dispuestos como islas que generan subespacios, cortan largas perspectivas y crean atmosferas diferenciadas para los distintos productos y marcas.