7.3.2012
Edificio Expo, Zaragoza, España
Dos volúmenes prismáticos componen el edificio. El correspondiente a la planta baja, establece la relación más próxima con la Avenida, con la entrada planteada como un recorte en la envolvente continua de vidrio, y una proporción netamente horizontal, emergiendo, sobre su cubierta ajardinada, elementos ligeros de cubrición que pretenden fomentar el uso de la misma.
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Sobre el volumen apaisado de la planta baja, que constituye la zona de uso más público, se apoya, deslizándose ligeramente hacia el este, el volumen de cuatro plantas, con una disposición del núcleo central que permite una organización flexible de las diferentes plantas y cuya envolvente refuerza su verticalidad al englobar el espacio de la cubierta. Este volumen está caracterizado por la autonomía que le proporciona su vuelo respecto al cuerpo inferior, y por su doble piel vítrea, formada por el cerramiento acristalado interior y la envolvente de lamas de vidrio, que se disponen en el límite de la pasarela perimetral que rodea las plantas superiores.
A las cualidades de control térmico y acústico que plantea este sistema, se añade su papel a la hora de dotar al edificio de una condición cambiante y facetada, en función del juego de reflejos que la diferente incidencia de la luz solar puede producir en las diferentes fachadas, proporcionando una percepción singular del mismo, dentro de su estricta condición volumétrica, reforzada en las visiones más lejanas.