6.8.2008
Condominio Maure, Buenos Aires
Se trata de un edificio que quiere convertirse en un jardín vertical. Un gran arco metálico enmarca y envuelve al edificio. Este artefacto bioclimático cultivado con bignonias genera protección solar al oeste y sombra en el último nivel; además de aportar una atmósfera de reencantamiento tanto del paisaje urbano, como de las expansiones de las unidades, generando un espacio de transición entre lo público y lo privado, entre el exterior y el interior.
Las pasarelas abiertas al patio central están protegidas por una piel de barras metálicas, a manera de parra vertical cultivada con jazmines perfumados. De esta manera están enriquecidos los actos de ingresar y partir del hogar por parte de sus habitantes.
Las doce unidades son contenedores rectangulares de 60 m2 con planta libre, sin vigas intermedias y con un baño cilíndrico central que organiza el espacio. Cada ocupante personalizó su unidad con tabiques, paneles pivotantes o corredizos. Es un planteo versátil que posibilita futuros cambios y la mayor libertad de elección de modos de vida. Todas las unidades son diferentes, acondicionadas como loft, oficina, departamento de uno o dos dormitorios, con infinitas variantes de armado.
La planta baja esta equipada con un salón de usos múltiples, piscina, parrilla común y cocheras.
Los materiales utilizados fueron hormigón visto, madera, perfiles metálicos, alisados de cemento para los pisos y hormigón lavado para el piso de la planta baja.