6.1.2012
Casa Talar del Lago
Estas urbanizaciones transforman lo verdaderamente natural en un reflejo edulcorado de si mismo. Hacen tábula rasa de la complejidad del paisaje autóctono para convertirla en una uniformidad verde, donde los únicos referente de la naturaleza que sobreviven son el sol, el viento, la lluvia y algún árbol.
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Fotografías: Ferrari – Frangella
Memoria descriptiva
El lote en el que se implanta esta casa de 250 m² se encuentra en un típico barrio cerrado. Estas urbanizaciones transforman lo verdaderamente natural en un reflejo edulcorado de si mismo. Hacen tábula rasa de la complejidad del paisaje autóctono para convertirla en una uniformidad verde, donde los únicos referente de la naturaleza que sobreviven son el sol, el viento, la lluvia y algún árbol.
El lote tiene 24,00m de frente por 34,00m de largo. El norte se encuentra sobre uno de los lados largos. Por eso planteamos una ocupación del suelo que nos permitiese tener la mayor cantidad de jardín asoleado y abrir las vistas de todos los lugares de uso más estático hacia el norte, dejando las circulaciones y áreas de uso indefinido del lado sur.
Todos los espacios que dan al norte expanden hacia una galería de doble altura que controla el asoleamiento. En cambio el lado sur se resuelve continuando la cubierta en forma de cerramiento vertical, creando una piel continua de madera y metal que la protege de los vientos fríos del sur y define los espacios más dinámicos de la casa y la imagen exterior de la misma hacia el sur.