Casa Mendiolaza

El proyecto se implanta en una superficie con desnivel, por lo que una de las principales premisas de diseño fue no interrumpir las visuales generales del barrio con la construcción. Además, se aprovecha la acentuada pendiente para implantar la casa de una manera que nos permita enmarcar las visuales hacia las sierras cordobesas y su abundante vegetación.

Una de las características principales del proyecto es la terraza jardín que se genera sobre la cochera, creando así, una invasión del terreno natural sobre la construcción.

Funcionalmente, la vivienda se divide en dos partes. En primer lugar, la zona privada, que se encuentra en el extremo de la planta, priorizando que todas las habitaciones tengan la visual hacia la montaña.

En segundo lugar, la zona pública, que está compuesta por el living/quincho, la cocina y el estar diario.

El principal objetivo al proyectar esta casa fue la flexibilidad espacial.

Se ubicó la cocina en el centro, como configurador del resto de los espacios.

Se priorizó integrar la cocina en el área social, ya que creemos que es un espacio que ha cobrado gran importancia a lo largo de los años, sobrepasando su función inicial,  que era únicamente de almacenamiento y cocina, a transformarse en un espacio de reunión e interacción.

Los tres ambientes están vinculados entre sí, generando un gran y único espacio social, de reunión, con la posibilidad de cerrar las puertas de la cocina y dejar que cada espacio funcione independientemente. Además, los tres espacios están vinculados con una amplia galería.

Podemos ver como el cielo raso de hormigón visto unifica, a través de la materialidad, todos los espacios interiores y exteriores de la vivienda.

Por otro lado, en planta alta, tenemos un quincho con acceso únicamente exterior, para reuniones más privadas.

La organización de los espacios en esta construcción permite que los usuarios tengan la capacidad de utilizar la casa de manera flexible y en base a los al uso que cada uno le quiera dar.