16.1.2019
Casa Guna
Arrinconado entre la caída abrupta del cerro y un bosque de eucaliptos, la parcela estrecha obliga a cruzar el jardín y a una llegada aérea sobre la pequeña bahía de una laguna. Este proyecto de Pezo von Ellrichshausen fue presentado en la última Bienal Internacional de Arquitectura de Argentina, por los Maestros Internacionales invitados: Mauricio Pezo, Sofia von Ellrichshausen:
Obturando este primer plano frente al paisaje, un prisma monolítico de concreto intenta articular las contradicciones topográficas. Se establece una planta superior de 20m de lado apoyada sobre una planta compacta de 8.5m de lado. La planta superior contiene un patio centrado y del mismo tamaño de la planta baja. Así, las habitaciones suspendidas quedan rodeadas de exterior por los cuatro lados de su sección. Esta planta alta, un dogmático piano nobile que restituye la incomodidad diagonal del terreno natural, se basa en un esquema reticular de cuatro módulos por lado. Las habitaciones centrales colindan lateralmente con el patio, las habitaciones de las esquinas se articulan por unas circulaciones que ocupan un módulo subsidiario. Perforaciones cenitales al centro de cada recinto y en los extremos de las circulaciones establecen una dimensión vertical que amplifica los destellos del agua. La planta baja, en una informalidad más contingente, recoge las funciones más seculares del ámbito doméstico. Su figura cuadrada dividida en cuatro cuadrantes iguales se recorta en la esquina norte. Esta sustracción sirve como atajo visual y funcional entre el patio superior y el borde de la laguna. Toda la estructura, como en esa “cristalización de un conflicto de fuerzas” con que Ghyka describía un paisaje, es una masa pétrea en aparente reposo. Los cuatro muros del patio actúan como vigas Vierendeel equilibradas sobre el podio. Casi desdibujando el esfuerzo, las superficies de hormigón tienen la textura gruesa de una tablilla fina teñida de negro diluido.
Contexto
Inserto entre una empinada colina y un bosque de eucaliptos, el angosto terreno invita a cruzar el jardín para descender a la pequeña bahía de la laguna.
Ícono
Dominando el paisaje, un prisma monolítico de hormigón intenta articular las contradicciones de la topografía con una planta alta de 20 metros por lado, balanceada encima de una planta baja compacta de 8.5 metros por lado.
Investigación
En el centro de cada espacio cerrado y al final de las circulaciones, aperturas superiores refuerzan la dimensión vertical del proyecto y amplifican el brillo del agua de la laguna.
Materia
Casi exteriorizando la tensión, las superficies de hormigón tienen la áspera textura del encofrado con una pátina negra diluida.
Sistema
La planta alta contiene un patio central con las mismas dimensiones de la planta baja, por lo que todas las habitaciones suspendidas están expuestas al entorno por los cuatro lados de su sección.
Esta planta alta, un dogmático piano nobile que compensa la inconveniencia de la pendiente diagonal de terreno, está basada en un módulo de 4×4. Las habitaciones centrales en cada lado dan al patio interno, mientras que las de las esquinas se articulan por circulaciones que ocupan un módulo secundario.
Menos formal, la planta baja contiene los servicios relacionados con el día a día de la vida doméstica; su planta cuadrada dividida en cuatro cuadrantes iguales se recorta en la esquina norte, una sustracción que funciona como un atajo visual y funcional entre el patio superior y la orilla de la laguna.
Vínculos
Como en la descripción de Matila Ghyka del paisaje como una ‘cristalización de un conflicto de fuerzas’, el objeto construído es una masa pétrea en aparente reposo. Los cuatro muros del patio funcionan como vigas Vierendeel que descansan balanceadas en el podio.
Podés encontrar este proyecto en el Catálogo de la BIA-AR 2018. Obtenelo acá > http://biaar.com/catalogos/